Aplazan el juicio contra el acusado de amenazar en redes a Martiño Noriega
SANTIAGO CIUDAD
El alcalde admite que le preocupó el «perfil» del hombre, vinculado a la extrema derecha
15 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El acusado de amenazar en redes sociales al alcalde de Santiago, Martiño Noriega (Compostela Aberta), tendrá que volver a comparecer el 19 de junio del 2019 en el juzgado de lo Penal número 1 de la ciudad porque la vista tuvo que ser aplazada ayer debido a que no comparecieron dos policías nacionales que tenían que declarar como testigos. En concreto, el instructor del atestado y el redactor del informe policial. Fiscalía y defensa consideraron crucial su declaración, por lo que al magistrado Luis Aláez no le quedó más remedio que decretar la suspensión de la sesión.
El ministerio público solicita para Jesús Enrique Muñiz Hermo, de 51 años de edad, dos años de cárcel y otros tantos de prohibición de tenencia de armas como presunto autor de un delito de amenazas por las que fue detenido en septiembre del 2015. La Fiscalía le considera autor de unas publicaciones en redes en las que se llama «gorrechas» al alcalde -suele usar gorra- y se le hacían advertencias como «Dios no quiera que nos crucemos por la calle, porque entonces sí que vas a desear cambiar de planeta, no me representas alcalducho de mierda, puedes seguir embargando las cuentas, puto rojo fascistas, pena que Pakiño (sic) no acabara con todos vosotros, esto tendríamos ganado ahora».
Noriega, que también estaba citado como testigo, aunque ha renunciado a ejercer la acusación particular para dejar todo el protagonismo a la Fiscalía, admitió que estas no fueron como otras amenazas que recibe y que le preocuparon más por el «perfil» del acusado «vinculado a candidaturas de extrema dereita -en 1989 fue de suplente en una lista de Falange-, claramente desconectado do mundo laboral e embargado polo Concello desde o 2005 a nivel de impostos», explicó.
El regidor compostelano cree que debe haber «tolerancia cero» con este tipo de amenazas y fue por eso que se decidió en el 2015 a presentar denuncia. Además, advierte que en ese momento no había «o caldo de cultivo que hai agora, pero agora existe e coido que nunha sociedade civilizada, ademais nunha cidade coma Santiago que é un modelo de convivencia, este tipo de actitudes non poden ter cabida».