La presencia de la Policía Local ordena la aglomeración de coches en el Pío XII

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

SANDRA ALONSO

La asociación de vecinos presentó un escrito en el Concello demandando medidas

10 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello de Santiago mandó ayer, a primera hora de la mañana, a un equipo de la Policía Local a la rúa Poza de Bar para controlar el tráfico en el momento de la entrada al colegio Pío XII. Su presencia cambió radicalmente el escenario de días atrás y, si bien se produjeron momentos de atascos, la situación mejoró considerablemente con respecto a lo que viene siendo habitual. Con los agentes delante, «no se ocuparon los pasos de peatones como es habitual y no hubo la doble fila de todos los días», comentó María Torres, una de las madres de alumnos, y vecina del barrio.

Al estar los agentes de la Policía Local tampoco se repitieron las escenas de padres de alumnos dando marcha atrás para salir del espacio reservado para paradas rápidas, ni los acelerones de los que fuimos testigos el jueves y que recogen las imágenes del vídeo tomado por este periódico. Eso sí, el caos se trasladó a la carballeira de San Lourenzo, fuera de la zona de mayor riesgo para los escolares. La de ayer fue una jornada más tranquila, por la mañana. Al mediodía, cuando el ciclón Carlos estaba azotando la ciudad, la Policía Local volvió a Poza de Bar, y el tráfico fue peor que por la mañana.

El presidente de la Asociación de Veciños Río Sarela e San Lourenzo, Jon Brokenbrow, reconoció que con la llegada de la policía la situación «mejora mucho, pero no vienen siempre». Ante las críticas de algunos padres, el portavoz vecinal lamentó «que se metan con nosotros por intentar hacer la calle más segura y evitar accidentes». La entidad vecinal entregó en el registro municipal un escrito para demandar medidas de seguridad para la calle, que debería pasar, en su opinión, por la adopción de «unas medidas mínimas para evitar la aglomeración y abuso de los coches que de manera permanente impiden un tránsito normal de los peatones y de los usuarios del colegio». Brokenbrow insiste en que la policía es «demasiado benévola y no hace sino perpetuar comportamientos que por mera tolerancia convierten en riesgo el tránsito por la zona».

Los vecinos reclaman la reposición de los bolardos en las aceras, la instalación de bandas para reducir la velocidad y que se evite el mal aparcamiento. «La posibilidad de habilitar un acceso lateral, en la esquina con el Xelmírez, o una rampa de acceso a la parte de arriba del polideportivo, por la avenida Compostela, aprovechando el desmonte realizado en el sanatorio La Esperanza», se apuntan como soluciones desde la asociación.

Por su parte, el Ayuntamiento explica que se habilitó un espacio para que los padres aparquen en la parte superior del colegio, en una plaza, lo que permitiría reducir la cantidad de vehículos que acceden al entro educativo por Poza de Bar provocando retenciones que llegan hasta Galeras. Pero los residentes de la zona indican que este espacio prácticamente no se usa, porque los «padres consideran que está lejos», apuntó el presidente vecinal.

Como medida preventiva, en la jornada de ayer el Ayuntamiento envió a agentes de la Policía Local para controlar la entrada y salida del colegio. Los vecinos esperan que la medida se mantenga en los próximos días, hasta que se pongan en marcha medidas más contundentes.