El héroe que frustró un robo en O Toural: «Calquera faría o mesmo»

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

XOAN A. SOLER

El joven llamó a la policía y siguió al ladrón indicando sus movimientos a los agentes

03 oct 2018 . Actualizado a las 15:38 h.

«Calquera faría o mesmo». Eso cree Jacobo -nombre ficticio porque prefiere preservar su identidad- sobre su intervención en la madrugada del pasado sábado permitiendo la detención del ladrón que robó en el comercio Docobo de la plaza de O Toural. Pero no. Cualquiera hubiera llamado a la Policía Nacional, sí, pero es que él fue aún más lejos y persiguió al caco móvil en mano guiando a los agentes por las calles de la zona monumental compostelana hasta que lo interceptaron y detuvieron. Una acción que destacan en la comisaría de Santiago como ejemplo de buen ciudadano y que fue el único consuelo que tuvo la víctima, al que al menos le queda la satisfacción de ver arrestado al responsable de que haya estado varios días con el escaparate roto. «Non creo que fose para tanto. Tampouco evitei o roubo, o que fixen foi chamar á policía e seguilo a unha distancia prudencial, tampouco me enfrontei a el», asegura con humildad.

Jacobo no vive en Santiago. Había venido a la ciudad esa noche para cenar con unos amigos y eran cerca de las tres de la madrugada cuando decidió regresar a su casa. «Ía buscar o coche e nesa rúa vin o paisano, que de repente colle unha tapa de sumidoiro ou algo así e empeza a pegar contra o escaparate. Primeiro pasei de longo, pero en canto dobrei a esquina xa chamei á policía», explica.

En ese mismo instante, cuando ya estaba en comunicación con la comisaría, el ladrón logró fracturar el cristal blindado del escaparate y, tras agarrar dos cuchillos de recuerdo y una pistola de imitación, echó a andar con su botín. «Foi cando o seguín e funlle dando as indicacións á policía para que souberan por onde ía e o puideran deter», señala.

Los agentes no tardaron en llegar gracias a las indicaciones que fueron recibiendo. Y eso que Jacobo, al no ser compostelano, estaba algo perdido por el centro de la ciudad. «Eu non coñezo a cidade, polo que fixen o que puiden. O policía preguntábame polo nome das rúas, mais eu non sabía, así que lle indicaba como podía», relata.

El final de la historia ya es conocido, el ladrón fue cazado in fraganti por los agentes, detenido y esa misma noche ya la pasó en los calabozos. No se trata de uno de los alborotadores que tantos problemas de convivencia están causando en la plaza de O Toural, sino de un vecino de Ribeira con problemas de dependencia a sustancias estupefacientes y que cuenta con un amplio historial de antecedentes.

Lo que robó, y que la Policía Nacional pudo recuperar y devolver al comerciante, apenas valía 80 euros. Fue mucho peor el destrozo que causó. Con la tapa de la alcantarilla abrió a golpes la verja metálica y rompió después el cristal del escaparate. El dueño del comercio llegó poco después, sobre las 3.30 horas de la madrugada del viernes al sábado, y tuvo que quedarse toda la noche montando guardia junto a la tienda, hasta que ya por la mañana pudo cerrar el hueco de forma provisional.

Así ha estado hasta hoy, cuando está previsto que le instalen el nuevo cristal. Los gastos se los pasará al seguro, pero el susto y la preocupación correrán de su cuenta y riesgo. Un contratiempo más a los muchos que ya padece por culpa de los violentos alborotadores que tiene cada día apostados frente a su establecimiento en O Toural.

El detenido acepta un año de prisión y pagar los destrozos en el juicio rápido celebrado ayer

Tras su detención y paso a disposición judicial, el hombre que robó en el comercio Docobo de la plaza de O Toural se sentó ayer en el banquillo de los acusados en un juicio rápido celebrado en Santiago. No hizo falta celebrar la vista oral, ya que el acusado aceptó los cargos que se le imputaban y una pena de un año de prisión, así como pagar los desperfectos que causó al romper la verja metálica y el cristal blindado del escaparate de la tienda.

Sin embargo, tras su breve paso por los juzgados quedó en libertad pese a que contaba con antecedentes, ya que no podían sumarse a la condena, que por tanto ha quedado suspendida con la condición de que el acusado no vuelva a delinquir en los próximos dos años.

El comerciante tiene pocas esperanzas de que el ladrón que le destrozó el escaparate pague de su bolsillo los destrozos que causó. Imagina que alegará ser insolvente y que tendrá que ser su seguro el que afronte el coste de colocar una nueva luna y de reparar la verja metálica.

En los últimos días, Docobo ha recibido las muestras de solidaridad de los comerciantes de la zona, todos muy preocupados por los problemas de convivencia y seguridad que están padeciendo por la presencia diaria de un grupo de alborotadores que bebe alcohol en los soportales, perpetra robos y causa continuos altercados porque se pelean entre ellos o increpan a los viandantes. También sospechan que algunos trafican con drogas. Uno de los miembros de este grupo está actualmente en la cárcel porque fue sorprendido robando en un piso de la plaza.