Francisco Caamaño: «Remunicipalizar un servicio por ideología es un error: debe pensarse en una gestión eficaz»

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

BENITO ORDOÑEZ

El catedrático y exministro defiende los mecanismos de colaboración público y privada para buscar una mayor eficiencia

01 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El rescate de los servicios públicos a empresas concesionarias constituye una de las propuestas con las que los movimientos y partidos de izquierda tratan de diferenciarse de la derecha. Exletrado del Tribunal Constitucional, Francisco Caamaño es uno de los autores del volumen titulado Servicios públicos e ideología. El interés general en juego, que se presentó a finales del 2017.

-Ustedes han advertido del peligro de las llamadas remunicipalizaciones. ¿Por qué?

-Se trata de una palabra que está muy de moda. Básicamente, porque yo creo que los modelos de gestión, tanto directos como indirectos, constituyen una decisión que es de naturaleza técnica. Habrá lugares donde una gestión municipal funcione correctamente y otros donde sea más eficiente una concesión. Con esto quiero decir que remunicipalizar un servicio por ideología es un error: debe pensarse en una gestión eficaz.

-¿Está en contra de los rescates?

-No, en absoluto. Estamos advirtiendo del riesgo de hacerlo con prejuicios de índole ideológica. Tiene que haber unas razones que lo justifiquen, y lo que dice la nueva legislación europea es que ya no basta con apelar al interés de todos, sino que tiene que justificarse por qué se hace en base a motivos relacionados con la eficacia del servicio que se presta.

-Ponga algún ejemplo...

-Cuando se rescata un servicio hay que evaluar bien los costes porque hay casos en los que se asume el personal, deudas, créditos. Y al final, acaba siendo más costoso para el erario público, sin que necesariamente se produzca una mejora en la prestación. Veamos un ejemplo: imaginemos que un ayuntamiento tiene que asumir la flota de autobuses, es decir, los conductores, el mantenimiento, un párking para los vehículos. El edil no es un empresario de transportes: su misión es escuchar y tomar decisiones para que la calidad del servicio se ajuste a las condiciones que aparecen en los pliegos de los contratos.

-Estamos en período preelectoral y hay candidatos en los concellos que plantean estas cuestiones. ¿Hay mucha demagogia?

-No se puede engañar a los ciudadanos porque una concesión no es privatizar: la titularidad sigue siendo pública y se puede supervisar la calidad del servicio que se presta. Pensar que una externalización equivale a privatizar es un error demasiado común. Se han producido abusos en concesiones privadas y se han dado casos de corruptelas en las empresas privadas. Pero la nueva ley homogeiniza la contratación en el sector público y tapa las puertas por donde se colaba la corrupción. Quiero decir que, con el actual marco normativo, una concesión mal dada a una empresa puede ser delictiva, pero ahora se vigila también a las que están mal retiradas.

Participante en una jornada que se celebra mañana en la Cámara

La Cámara de Comercio de Santiago acogerá mañana por la tarde una jornada en la que se analizarán los modelos de gestión en la prestación de servicios públicos. Junto al exministro Francisco Caamaño, estarán también Luis Miguel Macho, catedrático de Derecho Administrativo de la USC; y Concepción Campos Acuña, doctora en Derecho y secretaria del Concello de Vigo. Los tres debatirán sobre la colaboración público y privada y la reinternalización de la gestión, y como moderadora ejercerá María Cadaval, doctora de la USC en Economía Aplicada.

La jornada finalizará con una mesa redonda que tratará sobre legislación laboral, presupuestaria y de empleo público ante los casos de rescate de servicios públicos. En este debate intervendrá otro exministro, en este caso Valeriano Gómez, que ocupó la cartera de Trabajo en la última legislatura de Zapatero.