El Centro de Linguas Modernas amplía su oferta con cursos en destrezas específicas

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

XOAN A. SOLER

Escribir la tesis en otro idioma o manejarse en una ponencia son competencias que se ponen a disposición de los alumnos

24 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Iniciarse en el aprendizaje de una lengua es mucho más que aprender un idioma; es sumergirse en su cultura y es adquirir destrezas lingüísticas válidas para mejorar incluso el manejo de la propia lengua. Con esa filosofía se mueve el Centro de Linguas Modernas de la USC, un verdadero mapamundi que extiende sus tentáculos idiomáticos desde el epicentro del campus universitario. La matrícula está abierta, y los interesados deben saber que, además de las clases habituales de aprendizaje de idiomas, el CLM incluye una serie de cursos específicos con el objetivo de enriquecer las destrezas lingüísticas, idiomáticas y comunicativas de sus alumnos.

Los idiomas que se ofrecen, en un calendario que se reparte en dos semestres, son alemán, catalán, checo, chino, español para extranjeros, francés, gallego para no hablantes, inglés, italiano, portugués y japonés. Pero habrá, además, programas específicos de destreza en alemán, conversación a partir de la lectura de textos, habilidades para la redacción de trabajos de fin de máster, de grado o de tesis en lenguas extranjeras, expresión escrita y competencias comunicativas, con un abanico de posibilidades que afectan a las clases de alemán, francés, inglés o italiano dependiendo del curso o del nivel idiomático.

Las utilidades prácticas son múltiples; desde la presentación de un trabajo académico a la defensa de una tesis, una ponencia en un congreso, un debate o un monólogo, con sistemas de apoyo con plataformas virtuales para simular en el aula situaciones reales.

Las nuevas tecnologías cumplen una función importante como apoyo para el aprendizaje de las lenguas, pero en el centro de la USC siguen apostando por las clases presenciales. «La pantalla ayuda mucho -reconoce la directora del centro, Katerina Vlasakova-, pero nosotros pensamos que estar presente en el aula es fundamental, por la interacción inmediata con los compañeros de clase y con el profesor. Todavía no hay un método que sustituya al aula y al profesor». Y en el CLM son una veintena de docentes, repartidos en los campus de Santiago y Lugo.

Más allá de la convalidación

El centro examina a sus propios alumnos y tiene convenios con los países de las lenguas que imparte para que, quienes no estén matriculados en la USC y quieran obtener los títulos oficiales, puedan examinarse en sus aulas. Pero lo cierto es que el grueso de los alumnos acuden para obtener el certificado en lengua extranjera que se les exige para graduarse. A Katerina Vlasakova, en cierto modo, le apena que el interés por aprender idiomas se reduzca a la consecución de un título: «Muchas veces se buscan atajos para obtener certificados y se olvida la importancia del aprendizaje en sí mismo; la perseverancia es fundamental para aprender un idioma». El retorno es muy gratificante, ya que no solo es recomendable para la agilidad mental y para ejercitar la memoria, sino que, además, «es un ejercicio mental que mejora las competencias en el idioma propio e incluso te ayuda a resolver otros problemas de la vida y a la formación de la propia personalidad. Aporta beneficios para mantener el cerebro activo en todas las etapas de la vida».

La matrícula está abierta. Cerca de dos mil compañeros esperan en el aula.