Los afiliados por encima de 60 años son ya el triple que los menores de 25

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

La crisis ha acelerado en Compostela el envejecimiento del mercado de trabajo

23 sep 2018 . Actualizado a las 21:07 h.

Hace ahora una década, antes de que se iniciara la larga recesión económica, el porcentaje de cotizantes en el municipio de Santiago que estaban por encima de los 50 años era del 25 %. Es decir, uno de cada cuatro afiliados; en el 2012 se encontraba ya en el 30 %, y los últimos datos disponibles facilitados por el Instituto Galego de Estatística (IGE), actualizados a este mismo verano, lo sitúan en el 37,1 %, la proporción más alta de la serie.

El análisis por grupos de edad muestra que, en el caso de Santiago, la cifra de cotizantes a la Seguridad Social que está por encima de 60 o más años (3.909 trabajadores) es más de tres veces superior a la de menores de 25 (1.128). Santiago es junto a Ferrol, Lugo y Ourense la ciudad con el mercado laboral más envejecido. En Galicia, por encima de los 50 años, están el 31,5 % de los trabajadores con alta, y solo Vigo y A Coruña, con mayor tirón empresarial e industrial, se sitúan por debajo. Esta realidad es consecuencia, sobre todo, de la grave crisis demográfica que azota el conjunto de la autonomía: gran parte del desplome de los activos hay que buscarlo en la ausencia de relevo generacional en las diferentes cohortes de edad como consecuencia de la baja natalidad que se arrastra desde hace años.

A esto hay que sumar, además, la emigración de los más jóvenes con la crisis. Pero hay otras explicaciones. La reforma laboral aprobada a finales del 2012 contribuyó a acelerar el envejecimiento del mercado de trabajo. Básicamente, porque se llevó por delante los empleos precarios y eventuales, que eran los que ocupaban los más jóvenes. «Lo que ocurrió fue que con la reforma laboral se destruyeron aquellos procesos laborales de aprendizaje en los que estaban los más jóvenes; y ahora, cuando se busca mano de obra experimentada, solo se encuentra gente mayor. Hay personas de 60 o más años que están volviendo a trabajar de soldadores», explica Enrique Negueruela, técnico de Empleo. A medio plazo, esta realidad plantea un problema: habrá un mayor número de personas que salen del sistema que trabajadores que contribuyen a él. Y la ratio entre cotizantes y pensionistas se deteriora cada vez más.

Tampoco parece que Compostela haya mostrado en los años de bonanza un gran poder de atracción para emplear a trabajadores extranjeros, a diferencia de otras ciudades gallegas, y sobre todo, del resto de comunidades autónomas.

El 2,9% de las personas afiliadas a la Seguridad Social residentes en Galicia son de fuera. Ferrol es el único ayuntamiento gallego con más de 50.000 habitantes que presenta un porcentaje inferior al promedio gallego (2,1 %). Por su parte, A Coruña, Lugo, Ourense y Vigo presentan proporciones muy similares (entre el 3,6 % y el 4,2 %), mientras que en Santiago y Pontevedra, el peso de estos trabajadores es del 3,1 % y 2,9 %, respectivamente.

Elevado peso del sector servicios

Los datos por ciudades que ofrece el IGE con las afiliaciones a la Seguridad Social muestran que, en lo que se refiere a los diferentes sectores de actividad, el 72,5% de los trabajadores con alta y que tienen residencia en la comunidad autónoma están empleados en el sector servicios. En los municipios con más de 50.000 habitantes, este porcentaje sube hasta valores que superan incluso el 85%. Y en este grupo, muy por encima del resto, destaca el municipio compostelano, donde el 87,1 % de los cotizantes se encuadran en esta actividad. Una proporción que se explica por la elevada presencia de negocios relacionados con la hostelería. En el sector industrial, Vigo es el ayuntamiento con mayor porcentaje de afiliaciones (16 %), seguido de Ferrol (13,4%). En el otro extremo, se encuentra Santiago donde las personas ocupadas en la industria apenas suponen el 7% del total de afiliaciones de los residentes en el ayuntamiento.