Manuel Caeiro y Concepción Rey: «Lo malo del viaje de novios fueron las curvas; el coche y el conductor, de 10»

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

SANDRA ALONSO

El R 4/4 con el que recorrieron el norte en 1959 está hoy en el Obradoiro en una muestra

22 sep 2018 . Actualizado a las 12:40 h.

Manuel Caeiro y Concepción Rey se casaron el 5 de julio de 1959. Aún recuerdan hasta los detalles más pequeños de su viaje de novios y conservan el coche con el que recorrieron el norte de España. «Hicimos la fiesta en el bajo de A Choupana, donde tenemos un taller ahora», rememora Manuel Caeiro. Viajaron en un coche, «Renault, no podíamos llevar otro», bromea el empresario. «Es que teníamos la concesión desde 1954, y ¿en qué coche iba a viajar más seguro?», insiste entre sonrisas. «Salimos la misma noche de la boda para A Coruña, nos hospedamos en el hotel Finisterre y al día siguiente salimos de viaje con otra pareja, la hermana de Manu y su marido», recuerda Conchita, como prefiere que se le llame. «De todo el viaje, lo único complicado fueron las curvas», apunta. Mientras, Manuel reconoce que «aquellas carreteras eran para expertos. Había pocos coches, así que el viaje era más tranquilo».

Caeiro había adquirido solo seis meses antes un R 4/4, «que era un coche completo y para tener familia. No era el más vendido, pero era un buen coche para viajar», y aún hoy está en uso. «Claro que los coches tienen al mecánico en casa, y de los buenos», puntualiza Conchita. Este coche, junto con otros tres de 1969, 1965 y 1926, estarán entre los que se expondrán hoy en el Obradoiro en la concentración de vehículos antiguos que organiza Compostela Monumental.

El R 4/4 fue escogido para hacer «el gran viaje, y fue un acierto». Conchita recuerda que «lo hicimos con calma, pero fueron diez días que, por muchos años que pasen, seguirán en mi memoria. Era nuestro primer viaje. En aquellos tiempos, había que esperar para viajar juntos». Del viaje de novios, Conchita recuerda que fueron parando «uno o dos días, según los sitios; fuimos desde A Coruña hacia Ribadeo y recorrimos Galicia antes de ir a Covadonga y hasta Santander». De aquella subida, Conchita tiene el recuerdo de que «fue peor bajar: había una niebla horrible y Manu se portó como un gran conductor. Te digo que no se veía nada, pero yo me sentía segura. Viajamos con Ángela y Delfín, que ya falleció. Fue un viaje maravilloso». Manuel considera que «hoy no sería lo mismo, aquellas carreteras eran un infierno. Es increíble lo mucho que se mejoró en Galicia en carreteras».

La familia Caeiro tiene una gran flota de coches antiguos. «Son tantos que casi no me acuerdo, pero son 45», y de ellos «una docena están en funcionamiento». Entre las personas que coleccionan coches antiguos se crea una «especie de conexión para colaborar, y tenemos una asociación; así es posible conseguir piezas para restaurar. Yo tengo muchas guardadas para ir trabajando en ellos».

Manuel Caeiro explica que «para guardar tanta flota y para la empresa ya nos queda pequeña la nave del Tambre». Este es un problema para «muchos empresarios del polígono, yo tengo otra alquilada». Manuel recuerda que cuando tomó la decisión de comprar los 8.000 metros cuadrados en el Tambre, «todos me decían que estaba loco, pero ojalá hubiera comprado 16.000», lamenta. Conchita asiente y reconoce que «yo fui de las que le decía que era mucho para nosotros. ¿Cómo vamos a pagarlo?, le decía. Pero, Manuel Caeiro siempre fue un hombre emprendedor, y con muy buena vista para el negocio».

Protagonistas. Manuel Caeiro y Concepción Rey, fundadores de la empresa de automoción Caeiro. Se casaron en 1959. Tienen dos hijos: José Ramón, jefe de Traumatología del CHUS; y María, gerente en la empresa familiar; y tres nietos.

Concentración. En la muestra de vehículos antiguos que organiza hoy Compostela Monumental expondrán el R 4/4 (1957), NN (1926), Alpine A108 (1965) y A110 (1969).