Compras en la plaza al compás de Mozart

Montse García Iglesias
Montse García SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

XOAN A. SOLER

La Filharmonía cerró ayer su ciclo de conciertos al aire libre por los barrios en el Mercado de Abastos

16 sep 2018 . Actualizado a las 04:55 h.

La oferta del Mercado de Abastos compostelano se diversificó ayer un poco más. Violines, clarinetes, flautas, fagots y trompetas, entre otros instrumentos, convivieron en su plaza central con cebollas, limones, flores... Durante más de media hora, las invitaciones a llevarse los últimos productos frescos dejaron paso a una banda sonora con piezas de Mozart, Elgar, Bartók y Mendelssohn. Era el último de los conciertos al aire libre por los barrios de la Filharmonía, que fue capaz de detener más de un carro de la compra y de aplazar algún que otro aperitivo.

«Me encantó. Fueron piezas maravillosas», afirmaba José Rafael Iglesias, vecino de Milladoiro, nada más terminar. Se enteró el viernes del concierto de la Filharmonía y no dudó en acudir ayer al mercado para gozar de su pasión por la música clásica. «Disfruto con ella un montón, pero muy pocas veces en directo», añadía, aunque no descarta a partir de ahora dejarse ver por el Auditorio. Muchos de los asistentes, vecinos y visitantes, no dudaron en inmortalizar con sus cámaras el concierto en un lugar tan poco habitual para la música clásica.

Para el joven maestro polaco Jan Wierzba, que estos días llevó la batuta de la Filharmonía, también era la primera vez que dirigía un concierto en un mercado. «Es un ambiente muy especial», aseguró. Y tanto que, finalmente, después de varios minutos de aplausos, la orquesta tuvo que hacer un bis. «Es necesario no solo acercar a la orquesta a otro público, sino también sacarla de su zona de confort. Al terminar, hay músicos hablando con el público, algo que no pasa habitualmente en las salas», aseguró Wierzba, apostando por esa idea de la Real Filharmonía de abrirse a la ciudad y a nuevos públicos.