«Non creo na universidade low cost»

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

El rector anuncia un plan para fortalecer el capital humano, una reflexión sobre las infraestructuras de la USC y modificaciones en el plan de equilibrio económico

06 sep 2018 . Actualizado a las 10:04 h.

Recursos humanos, infraestructuras y equipamientos y recursos financieros. Han sido los tres ejes sobre los que ayer pivotó el discurso del nuevo rector de la USC, Antonio López, en la apertura del primer curso universitario en el que ocupa el despacho de San Xerome. Tres pilares fundamentales para alejar a la institución académica compostelana de la idea de universidades de bajo coste. «Non creo na universidade low cost», espetó el rector casi al comienzo de su discurso. No cree en la universidad barata y «se alguén cre nela, pode ter por certo que unha universidade dese tipo nunca estará entre as mellores do mundo».

Antonio López dibujo los bocetos de las principales medidas que quiere poner en marcha. El primer bosquejo fue el de un plan cuatrienal para revitalizar el capital humano de la institución. Los trabajadores «foron os grandes sacrificados durante este período de crise» y es hora de devolverles los frutos del ímprobo esfuerzo. Ese plan cuatrienal para por la estabilización del personal interino que ocupa vacantes, la oportunidad de promoción de todos aquellos docentes que estén acreditados para categorías superiores y la puesta en marcha de mecanismos de renovación de una plantilla que tiene una edad media por encima de los 50 años. Todo, atendiendo a la búsqueda del reequilibrio entre áreas que ha tenido que quedar aparcado durante los años de restricciones en la contratación.

No fue el único anuncio que hizo Antonio López, que pidió a la comunidad universitaria una profunda reflexión sobre la necesidad de los espacios y su uso. Puso dos ejemplos claros: el de un edificio «absolutamente inutilizado» como es el Auditorio de la USC, y el de otro «simplemente infrautilizado» como la Casa Ximena e Elisa Fernández de la Vega. Y dio algunas cifras: hoy la USC tiene más de 540.000 metros cuadrados para atender a 25.000 estudiantes. En el 2000, había 42.000 alumnos y 443.000 metros. Eso, sin contar los campus, que necesitan ser «dignificados», especialmente el sur, que «presenta hoxe unha imaxe que non se corresponde coa idea de calidade e excelencia que queremos transmitir» y para lo que pidió la colaboración municipal.

La ceremonia de apertura de curso coincidió con la primera reunión entre López y el presidente de la Xunta, al que transmitió la necesidad de hacer cambios en un plan de equilibrio económico que parece no haber cumplido del todo con su cometido. Entre esos cambios está la ampliación de calendario de amortización de la deuda, para «evitar axustes adicionais absolutamente inasumibles nun marco orzamentario restritivo como o actual».

31,5 millones y 234 proyectos

La secretaria xeral, Dulce García Mella, dio lectura a la memoria correspondiente al curso 2017-2018. Durante el curso pasado, la USC captó 31,5 millones de euros a través de 234 proyectos de investigación y a sus laboratorios se incorporaron 160 investigadores procedentes de convocatorias competitivas. También ingresó 12 millones de euros en contratos de I+D. Eso, en una universidad con más de 20.000 estudiantes de grado, casi 2.000 de máster y 2.800 de doctorado. Las alumnas son el 61,2 %, mientras que el 57,3 % de los 2.096 profesores son hombres, que suponen el 76,8 % de catedráticos.

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