El conductor detenido en As Cancelas octuplicó el límite de alcohol permitido

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

El chófer del bus iba haciendo eses y llamó la atención de una vecina que dio aviso

06 sep 2018 . Actualizado a las 10:16 h.

El conductor de autobús que el pasado lunes fue detenido por la Policía Local en As Cancelas por circular borracho octuplicaba el límite de alcohol permitido por la ley. En la primera prueba a la que le sometieron los agentes dio una tasa de 1,13 miligramos por litro de aire expirado, cuando el máximo permitido para profesionales es de solo 0,15. Es decir, que superó en 8,6 veces esa barrera que marca la ley.

El arrestado es Robert P., de nacionalidad polaca y aquella noche, a las 22.20 horas, iba literalmente haciendo eses por la carretera para recoger a unos peregrinos de su misma nacionalidad. Tan llamativa era su forma de conducir que una vecina alertó inmediatamente a la Policía Local, que rápidamente desplegó una patrulla para interceptarle. Lo hizo lejos del centro urbano, lo que posiblemente evitó una tragedia, porque el autobusero tenía muy mermadas sus facultades. Iba con las puertas del bus abiertas -algo que también impide la normativa- con la intención de que el aire le despejara, pero su estado era lamentable.

Su enorme corpulencia -unos 140 kilos de peso- sin duda influyeron en que no perdiera el conocimiento. En la segunda prueba a la que le sometieron los agentes su tasa bajó a 1,09 y se negó a que se le practicase un test mediante análisis de sangre, que siempre son más certeros y en el que el límite legal establecido es de 0,3 gramos de alcohol por litro de sangre.

Tras su detención, pasó la noche -y la borrachera- en los calabozos de la Policía Local compostelana y a la mañana siguiente fue presentado en los juzgados imputado por un delito contra la seguridad vial que podría llegar a acarrearle penas de entre tres y seis meses de cárcel, multas de seis a doce meses o, en función de la decisión del juez, entre 31 y noventa días de trabajos para la comunidad o retirada del carné entre uno y cuatro años.

El caso de este autobusero polaco es excepcional por la alta tasa, pero tristemente cotidiano para la Policía Local, que es rara la jornada que no caza a un conductor ebrio. Ayer otro engrosó esa lista tras salirse de la vía y chocar contra un bolardo en la rúa de San Pedro a las 630 de la madrugada.