Idean una cubierta con losas reversibles para las obras de la Catedral

Patricia Calveiro Iglesias
p. calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

El proyecto cuenta ya con el visto bueno de Patrimonio y su licitación será inminente

02 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las obras en la Catedral de Santiago continúan, siguiendo la hoja de ruta marcada por el plan director de restauración y con la vista fijada en su puesta a punto de cara al próximo año santo, el 2021. Los trabajos pasan ahora por levantar las cubiertas, una intervención que se está acometiendo, no sin dificultades, en la cabecera románica. Desde la Praza da Quintana se puede apreciar ya la solución que ha buscado el equipo de rehabilitación para descapotar zonas de la basílica sin exponer su interior a la lluvia u otros agentes. Aunque si en una zona se ha aguzado el ingenio es en la cubierta de la nave central, para la que se ha ideado un sofisticado sistema en el que cada una de las losas de piedra que la conformarán serán reversibles, lo que facilitará futuras reparaciones y su mantenimiento.

El cabildo calcula que, hacia mediados de este mes se iniciará el proceso de licitación de las cubiertas de la nave central y del transepto. Los proyectos, que ya tienen la aprobación de la Dirección Xeral de Patrimonio, han planeado una cuestión que no es menor, como es la reversibilidad de la piedra, de modo que serán reutilizables por la otra cara de ser necesario y fácilmente sustituibles. Con ello se evitará destruir grandes áreas de losa cada vez haya que intervenir en la cubierta.

Esto significa, además, que las losas se podrán levantar sin la necesidad de destruirlas -como hasta ahora- y testar una a una, con lo que se podrá localizar dónde se encuentra un posible problema de forma más sencilla y sin generar grandes pérdidas.

Mantener la estética

Los avances tecnológicos han permitido proyectar esta especie de cubierta transventilada, que se instalará utilizando el mismo sistema para mantener la estanqueidad que en el cabecero de la Catedral. Uno de los retos que había para habilitar el área de trabajo en el tejado de la basílica era mantener la estética durante las obras y no incorporar elementos llamativos o disonantes.

Se trata de una estructura tipo andamio revestida por lonas y con tejado metálico que hasta el momento ha dado buen resultado. De hecho, ha permitido avanzar en los trabajos con todas las garantías en la cima de las torres norte y sur del Obradoiro, donde no surgió ningún tipo de problema, a pesar de que soportaron varios temporales. La prueba piloto fue la intervención sobre las cubiertas del pórtico de la Gloria.

Daniel Lorenzo: «Vamos en plazo con las obras, pero muy justos»

 

 

Otro de los proyectos del plan director de la basílica más inminentes son los trabajos en los paramentos interiores, cuyo proceso de adjudicación se iniciará en los próximos días, confirma Daniel Lorenzo. El director de la Fundación Catedral explica que la intención es reducir el plazo de ejecución al máximo. La idea es que la actuación arranque hacia noviembre, una vez esté encapsulado el pórtico de la Gloria para protegerlo del polvo de las obras en el interior de la basílica. Aunque el proyecto prevé una intervención de 18 meses, «queremos intentar que sean doce», indica. Y asegura que la meta del 2021, para cuando deberían estar rematadas las actuaciones, está al alcance: «Vamos en plazo con las obras, pero muy justos».

No obstante, Daniel Lorenzo recuerda que en cualquier restauración «hay que ser muy cuidadosos» y los plazos son estimados, especialmente en el caso de la Catedral, ya que pocas veces podían saber qué iban a encontrarse al levantar la piedra, algo que se están encargando de documentar para futuras generaciones. «En las torres, por ejemplo, la previsión era menor de lo que acabamos encontrando, pero creo que en los trabajos que ahora quedan por acometer no debería haber sorpresas, aunque siempre puede aparecer algo, desde una escultura del maestro Mateo hasta un elemento dañado que no se había podido evaluar antes», indica. En este momento, las obras que tienen preferencia son las más complicadas y que requieren mayor esfuerzo, como las del paramento norte, la capilla del Cristo de Burgos y sacristías anexas. La fachada de A Quintana no está en este grupo y se acometerá más adelante.