La maleza crece sin control en las fincas urbanas

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Terrenos que ya estaban descuidados al inicio del verano todavía esperan los trabajos de desbroce

22 ago 2018 . Actualizado a las 22:31 h.

Uno de las primeras imágenes que cientos de turistas perciben al llegar a Santiago es el de fincas y bordes de carreteras nacionales llenas de maleza. Esta es la estampa que puede verse en la N-550 y en varios puntos del periférico, así como en la avenida de Asturias y en Vidán. Hasta hace unas semanas, las silvas superaban los dos metros de altura y ocultaban los carteles informativos en Santa Marta y A Choupana. Los desbroces realizados resolvieron el problema en el acceso desde Milladoiro, pero las máquinas siguen teniendo pendientes trabajos intensos en otras entradas a la ciudad como, por ejemplo, la de Vidán.

Una de las dificultades para poner coto a la vegetación en el casco urbano es que se trata de fincas particulares con diversa casuística. Algunos propietarios no están identificados correctamente y, lo que es peor, entre los identificados hay quienes sencillamente hacen oídos sordos a los requerimientos hechos desde el Concello. En este último caso, la opción de limpiar y pasarle la factura al dueño, que además puede ser multado, no es todo lo ágil que cabría desear. Fuentes municipales aseguraron que se remiten cientos de notificaciones a propietarios. En muchos casos, se trata de fincas con muchos propietarios, que hay que notificar uno a uno; en otros, al no estar registradas, no es fácil encontrar a los dueños; y en otros ni siquiera es posible localizar al responsable de la propiedad en otra dirección. Rafael Peña, concejal de Mantenimiento, indicó que, cuando hay quejas, se realizan inspecciones oculares, y aun siendo fincas privadas, si afectan a la calle, se retira la maleza que ocupa el espacio público.

Aceras tapizadas de verde

La realidad es que, en puntos como la rúa Doutor Maceira (Conxo), la maleza dificulta el paso de los peatones por las aceras, y la misma imagen se repite en Fontiñas, Volta do Castro, Vidán y también en As Cancelas y Salgueiriños. En todos los casos son fincas particulares, sin edificar, y que están prácticamente tapizadas de un manto verde. En ellas crecen las silvas, los fiunchos y los tojos, además de una multitud de plantas que reptan por las aceras hasta casi cubrirlas.

Aunque sigue habiendo espacios en muy mal estado, también hay otros que, tras aparecer en un chequeo anterior en La Voz, fueron objeto de atención. Esta es la situación de una finca en la rúa Salgueiriños de Arriba, en la parte posterior de la gasolinera, y en la que las máquinas dejaron libre toda la acera hace unos días. Lo mismo ocurrió en parte de una finca anexa a la futura ludoteca del barrio de Fontiñas. Eso sí, solo está desbrozada la parte que suele ser ocupada por coches, pero se mantiene la maleza de las aceras de la rúa O Vieiro y también de la rúa das Fontes do Sar.

En la rotonda de San Lázaro, en pleno Camino Francés, y junto a un pequeño aparcamiento en superficie, se realizaron labores de desbroce que dejaron libre el camino. También en una finca situada poco antes de la iglesia de San Lázaro se retiraron los hierbajos que dificultaba el paso de los peregrinos. Incluso en la rúa Salgueiriños de Abaixo, donde la maleza sigue creciendo a lo loco, al menos ahora se recortaron las ramas más aparatosas; sin embargo, no se desbrozó la finca.