La ORA impone la rotación forzosa a los 120 minutos en el Ensanche

raquel c. Pérez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

LUCÍA JUNQUERA

La empresa municipal exige cumplir a rajatabla la ordenanza en zonas de régimen general

09 ago 2018 . Actualizado a las 12:25 h.

Dos horas de estacionamiento en la zona ORA de régimen general. A continuación, rotación forzosa del vehículo y la prohibición de aparcar en la misma zona en las dos siguientes. La ordenanza municipal que regula el aparcamiento en espacios públicos fue aprobada en el 2012, pero no se aplicaba a rajatabla. Hasta el 15 de junio, cuando se hizo efectiva la remunicipalización del servicio, los parquímetros y la aplicación móvil permitían renovar el tique una vez expirado el plazo. No así la nueva, y el cambio ha cogido a muchos compostelanos por sorpresa.

Desde el 2012 se establecen en Santiago distintas áreas de aparcamiento. La azul, de aparcamiento regulado, se divide en tres regímenes: el de corta duración y el general, que obligan a rotar el vehículo una vez expirado el plazo máximo de estacionamiento, y el de larga duración.

Las calles en régimen general, que se encuentran en el Ensanche, San Roque, Santa Clara o el área del Rosalía de Castro, son las que provocan ahora los lamentos de vecinos y trabajadores, que deben mover su coche y esperar para poder aparcarlo de nuevo en zona azul.

El Concello señala a la anterior concesionaria, Setex Aparki. Su aplicación permitía renovar el tique en las calles de régimen general, al no distinguirlas de las de larga duración. Tampoco los parquímetros lo impedían. La nueva aplicación, Moviltik, geolocaliza el vehículo e indica el régimen de la ORA en que se encuentra, señalando con un mensaje al usuario cuándo debe rotar su vehículo.

El alcalde de Santiago, Martiño Noriega, explica que Tussa, la empresa municipal que gestiona la ORA, aplicó «a ordenanza municipal vixente». Hasta la remunicipalización -añade-, en el consistorio «non tiñamos constancia de que se incumpría a ordenanza». El gerente de Tussa, José Ramón Mosquera, confirma que se aplica la rotación, aunque admite la posibilidad del fallo de algún parquímetro «sen actualizar».

La aplicación es cómoda para quien quiere realizar unos recados en el centro, o para los que estacionan sus vehículos en el Campus Vida, área de larga duración. El problema radica en los trabajadores o vecinos de la zona nueva que no disponen de un espacio propio de aparcamiento. No hay plazas para residentes y la ORA les obliga a mover constantemente el coche.

La encrucijada del Ensanche

Una vecina del Ensanche resume con su situación algunas de las problemáticas de la zona. «He intentado alquilar una plaza, pero son caras y muy estrechas», denuncia, «no puedo dejar el coche en la zona azul porque tengo que moverlo y los párkings cuestan mucho dinero».

El presidente de la asociación vecinal Raigame, Xosé Manuel Durán, explica que «hai todo tipo de opinións» respecto a la aplicación de la ordenanza. «Algunha diferenza notouse, non moita, porque no verán non hai tanta afluencia. Recibimos queixas puntuais de traballadores. Esta medida ten que acompañarse doutras, como facer rotatorio o aparcadoiro da Pontepedriña, hai vehículos que quedan días alí».

Cuestionado por el Ensanche, el alcalde explica que el gobierno local comenzará en otoño a plantear nuevas medida. «Xa se implantaron as zonas de estacionamento de quince minutos para recados puntuais; hai que dar marxe para poder valorar todas as cuestións», dice Noriega.

Desde el lunes la aplicación ofrece 72 horas para cancelar o abonar las denuncias

La rotación de vehículos o la falta de plazas no son las únicas quejas sobre el nuevo servicio. Varios usurarios reclamaron que la nueva aplicación solo dejaba media hora para abonar sus multas o solicitar su anulación.

Mario y Xulián viven en la Rúa do Vilar: «Solicitamos la tarjeta de residentes, pero muchas veces las plazas están ocupadas por coches que no la tienen. Si aparcamos en zona azul tenemos que mover el coche a la hora o a las dos horas. Internet en la zona vieja tampoco funciona siempre bien, así que en ocasiones las notificaciones llegan con retraso. Si nos ponen una multa solo tenemos media hora para mover el coche o pagarla, y no nos da tiempo. Ya llevamos tres».

El regidor, Martiño Noriega, admite que el propio servicio registró quejas al respecto cuando la aplicación comenzó a funcionar. «Non temos constancia -añade- de que a ordenanza estableza un tempo determinado, polo que dende o luns o prazo aumentouse ás 72 horas».