El CHUS está en mínimos anuales de cirugía, consultas y pruebas

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

La gerencia atribuye la situación al verano y los sindicatos al cierre de unidades

03 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El CHUS comenzó agosto con 24 intervenciones quirúrgicas y 760 camas ocupadas. El día 1 realizó 1.617 pruebas diagnósticas y ayer tenía programadas 1.376. Además, atendió 1.721 consultas externas el miércoles y para ayer programó 1.619. Las cifras, de la gerencia del área sanitaria, reflejan un descenso de actividad asistencial, en mínimos anuales: en los días de mayor dinamismo se ocupan más de 900 camas, se superan las 300 intervenciones quirúrgicas y las 3.500 consultas y pruebas diagnósticas. La tendencia a mínimos se acentúa desde el 16 de julio, cuando dejaron de prestar servicio 112 camas en el hospital médico-quirúrgico de Conxo y 18 más en el Clínico. Se suman a 42 camas que ya no se utilizaban en el Gil Casares.

El director de Procesos Asistenciais, Antonio Álvarez, explica que «la actividad quirúrgica hasta el martes fue alta; desde el miércoles se ralentiza, sobre todo la extraordinaria; como la actividad general del hospital». Álvarez sostiene que este verano «se está comportando con absoluta normalidad asistencial hasta ahora. Las camas que no se utilizan no se cierran: están bloqueadas y a disposición de quien las necesite y cuando las necesite. Pero la ocupación es baja y hay camas suficientes para atender cualquier situación. Hasta ahora no hubo necesidad de desbloquear ninguna cama».

De las seis áreas de hospitalización del CHUS, la de mayor ocupación es psiquiatría: anteayer utilizaba 36 de sus 50 camas, un 72 %; y descendió al 70 % ayer. La menor ocupación, inferior al 50 %, la presentaban las áreas pediátrica y de cuidados intensivos; y entre esos extremos, las áreas médica, quirúrgica y obstétrica. Álvarez justifica la situación de la psiquiátrica a que «su demanda no tiene una estacionalidad como otros servicios, es más uniforme durante el año». Y considera suficientes las camas libres disponibles.

Los datos parecen dar la razón a los argumentos repetidos hace años por la dirección del CHUS: se prescinde de recursos en verano por descender la demanda asistencial; no hay profesionales en paro para sustituir las vacaciones; y la programación se adecúa a la experiencia de años anteriores. Si hacen falta recursos, se habilitan de inmediato, y la reacción a causa del accidente del Alvia es ejemplo recurrente.

Los representantes sindicales discrepan de esa versión: «ao pechar unidades e servizos tamén se pechan portas de entrada ao hospital e diminúe a demanda asistencial, ao igual que a actividade dos hospitais. Agora mesmo a única vía de entrada é practicamente urxencias», manifiesta Xavier Alvedro, de la Xunta de Persoal da Área Sanitaria.

Este organismo laboral, integrado por portavoces elegidos de 9 sindicatos, insiste en que hay personal en listas de contratación con el que se podría contar para incrementar la actividad asistencial en verano. Al no hacerlo, y al permanecer cerradas las agendas de consultas hasta finales de las vacaciones, aventuran que aumentarán las listas de espera sobre todo de dermatología, cirugía general y digestivo, oftalmología, urología y traumatología, especialidades que ven más afectadas.

Reclaman más personal médico en urgencias por aumentar 14.000 al año desde el 2012

Urgencias es el servicio que menos nota las vacaciones, aunque tiene una demanda algo inferior y con menor gravedad (ayer precisaron cama para ingresar 52 de 430 que se atendieron, un 12,1 %, cuando la media anual de ingresos es del 15 % ). El mes comenzó con una reunión solicitada por el sindicato médico O´Mega con la gerencia, para reclamar más personal médico. Se amparan en que «ha aumentado la demanda, de 106.857 urgencias de adultos en el 2012 a 120.854 en el 2017, por lo que la plantilla médica actual ha quedado desfasada», explica Fátima Nercellas, portavoz de esta central.

Ambas partes se reunirán los próximos días para volver a dialogar sobre el asunto «y después expondremos el resultado de la negociación al personal, para valorarla», agrega Nercellas.

Esta sindicalista atribuye a una «pésima organización» que los últimos días haya habido pacientes en pasillos de urgencias «incluso algunos días que había camillas de urgencias vacías», dice.