Rosa Menéndez: «No está previsto a corto plazo otro edificio de Ciencias del Patrimonio»

Personal del CSIC ejerce en el Ciqus y el Cimus, los centros singulares de la USC de Química y Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas, que ayer visitó la presidenta del organismo estatal de investigación, Rosa Menéndez: «Me parece que los dos centros están en un buen momento y con una producción científica excelente. Están consiguiendo reconocimientos como los codiciados proyectos ERC [del Consejo Europeo de Investigación] europeos, que tienen varios. Sus instalaciones y equipamiento me han impresionado. Ya había oído hablar de ellos, no me son ajenos, pues aparte de formar parte de su consejo rector, son ampliamente conocidos y reconocidos a nivel nacional e internacional», valoraba a primera hora de la tarde, en el Cimus.

La científica asturiana insistía en su satisfacción de conocerlos de forma directa, y recibir explicaciones sobre su funcionamiento del directivos de ambos centros y del rectorado: «Estamos viendo posibilidades de fomentar y potenciar la colaboración del CSIC con estos dos centros de la USC. Lo importante son las personas y tener financiación para equipamiento; aquí de espacio no hay problemas», agrega.

Tanto en el Ciqus como en el Cimus hay grupos de investigación con personal del CSIC, además de algún profesor visitante del CSIC. Ahora «estamos viendo nuevas vías de unir fuerzas».

Esas vías parecen más fáciles que materializar el gran proyecto del CSIC para Santiago, pendiente desde el 2011: construir una sede para el Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit), proyecto que apoyan el Consorcio y el Concello de Santiago y para el que se anunció hace tiempo una ubicación en Brañas de Sar e incluso una financiación de más de 6 millones de euros: «No hay ninguna novedad; un nuevo edificio para el Incipit no está contemplado en el corto plazo. Estamos potenciando el centro con nuevas plazas y a medio plazo estamos viendo cómo mejorar sus instalaciones y las condiciones de trabajo del Incipit», dice. Continuará, pues, en el Centro de Investigaciones Agrobiológicas, en el Campus Vida, donde se invirtió medio millón de euros para mejorar las condiciones de su personal.

Rosa Menéndez vino a Santiago a las pocas semanas de ser nombrada y estuvo en otras ciudades gallegas. Sostiene que los centros gallegos del CSIC tienen peso relevante en el organismo: «Están dedicados a temas muy importantes, como el de ciencias marinas de Vigo, que es emblemático; el Incipit en temas de patrimonio; y los que trabajan en alimentación y agricultura, que ligan con el campo de salud, como la estación de Pontevedra y el Centro de Investigaciones Agrobiológicas de Santiago. Son un motor de conexión con el sector empresarial, no solo en investigación sino en transferencia de tecnología», sostiene.

Cuando están a punto de cumplirse ocho meses desde su nombramiento como primera mujer que preside el CSIC, valora esta experiencia como «positiva al 100 %. Sigo no con las mismas ganas que cuando empecé, sino con más todavía, con más energía. Estamos viendo que los cambios están siendo favorables, positivos; vamos a intentar aprovecharlos, y que se note el músculo del CSIC; estamos potenciándolo al máximo y estoy satisfecha. He encontrado una colaboración importante desde las direcciones de los centros y las delegaciones institucionales, porque es una maquinaria muy grande, son muchos centros distribuidos por toda España, con más de 11.000 personas, pero está siendo positiva la experiencia, y sigo con mucha energía y muchas ganas de seguir moviendo el CSIC, y de potenciarlo en todas las comunidades y en Galicia en particular. Cuento, y espero, que la Xunta también apoye para que el CSIC crezca en Galicia», dice.

Pionera. Rosa Menéndez es la primera mujer que preside el CSIC. Química, ejerció en el Instituto del Carbón de Oviedo y trabajó en el campo de los materiales y la energía, con una destacada trayectoria.

En Santiago. Ayer conoció el Ciqus y el Cimus, centros singulares de la USC con los que colabora el CSIC.

---

---

---