Isabel Cadavid: «En Santiago se crearán más empresas para producir nuevos medicamentos»

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

SANDRA ALONSO

Un congreso internacional de farmacología premió su trayectoria de más de 40 años en la USC

24 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El congreso internacional de farmacología celebrado del 19 al 22 de junio en Santiago premió las más de cuatro décadas de trayectoria de la profesora María Isabel Cadavid en este campo. Es docente e investigadora de la Facultade de Farmacia desde 1970 y catedrática desde 1987. Además, colaboró con la industria farmacéutica y biotecnológica, dirigió el Instituto de Farmacia Industrial de la USC, es autora de cinco patentes, promovió la creación de dos empresas, e impulsó Biofarma, uno de los grupos de investigación más pujantes de la ciudad. Ahora está jubilada, y desde el 2015 es emérita.

-¿Qué representa un reconocimiento así?

-Lo agradecí doblemente: por ser en un congreso de tanto nivel como este, y además en Santiago, donde ejercí toda la vida.

-¿Qué aporta la farmacología?

-Muchas cosas. Estudia el mecanismo de acción de los medicamentos y ahora lo hace con ayuda de muchas disciplinas, porque la ciencia hoy es interdisciplinar.

-¿Cómo se ha desarrollado en Santiago?

-En la Facultad de Farmacia la farmacología empezó sobre 1975, más tarde que en Medicina, y en el departamento está además Veterinaria. En nuestro grupo, en investigación básica nos dedicamos fundamentalmente al estudio de dianas asociadas a enfermedades mentales, como la esquizofrenia o la depresión, donde actúan los medicamentos, para buscar nuevos remedios. En investigación aplicada trabajamos en el desarrollo de nuevos fármacos para muchas áreas, como cáncer, inflamación o enfermedades autoinmunes.

-Dirigió varios años el Instituto de Farmacia Industrial, ¿de que sirvió esa experiencia?

-Arrancó en 1998, como centro de investigación, por falta de espacio en nuestro departamento. Allí desarrollamos un proyecto con Almirall Prodesfarma, relacionado con la investigación de un nuevo medicamento para el asma. Ahora el Instituto funciona menos, porque la USC ha creado centros singulares de investigación y se evita la duplicidad. La infraestructura que teníamos allí está en Innopharma, en el Cimus. ¡Es que pasaron 20 años! Pero ese proyecto, el primero en colaboración con la industria, nos enseñó mucho. Era de los más grandes de su tipo en España, llamaba la atención que lo tuviésemos en Santiago.

-Desde la USC participó en la fundación de la empresa Pharmatools Digital Interactive Services, ¿valió la pena?

-Si, promoví esa empresa junto con Mabel Loza, para realizar investigación en medicamentos. Ahora está acoplada en Palobiofarma, de Barcelona, más grande, aunque conserva la sede en Santiago.

-¿Ve condiciones para desarrollar un tejido empresarial asociado a la biomedicina en Santiago?

-Ya hay algunas empresas interesantes. La Fundación Kaertor evalúa proyectos que, si salen bien, pueden ser la base de nuevas empresas. Pero eso es lento. En Santiago se están haciendo muchas cosas interesante para descubrir nuevos fármacos y a partir de ahí espero que se formarán más empresas para producir nuevos medicamentos; pero llevará su tiempo, es difícil.

-¿Reúne condiciones Santiago para estar en la vanguardia de la investigación biomédica?

-Si, se pueden hacer muchas cosas y aquí hay grupos muy punteros y con proyección internacional. Además, hoy se resuelve mucho con videoconferencias, las comunicaciones ofrecen otras posibilidades: lo que se hace en Nueva York podemos conocerlo o compartirlo al mismo tiempo, o casi, en Santiago. Ahora la ciencia es global y eso supone muchas ventajas.

«Fue impactante la primera colaboración con la industria»

María Isabel Cadavid, tras jubilarse «dedico menos tiempo a la docencia, solo en los máster; mantengo un ritmo más elevado en investigación: voy todas las mañanas al Cimus y leo tesis doctorales y otros trabajos. Fundé Biofarma, pero hace muchos años el grupo lo coordina Mabel Loza; al principio era pequeño, pero ahora somos más de 40 investigadores», afirma

-¿Qué ha sido lo más impactante de su trayectoria en Santiago?

-La docencia y a la investigación, a las que me he dedicado siempre, me han encantado. Pero lo más impactante quizá llegó con la primera colaboración que tuvimos en la Facultad de Farmacia con la industria farmacéutica.

-¿Qué separa la investigación de la producción en una empresa?

-Con ese primer proyecto nos dimos cuenta que hay que ir rápido y seguro. La investigación es muy bonita, pero más lenta, porque te preguntas todos los porqués e intentas responderlos, y puedes perderte un poco. En cambio, una investigación aplicada con la industria exige resultados si o si. Y eso es muy alentador, ves que haces algo muy útil, que estás ayudando a descubrir nuevos medicamentos que van a servir a pacientes. Esa es la idea fundamental de nuestro grupo, sin olvidar la investigación básica; porque sin buena investigación básica no se llega a lo nuevo.

-¿Qué aportaciones destaca de este congreso en Santiago?

-Es el tercer congreso de farmacología que se celebra en Santiago, tras los de 1974 y el 2006. Hubo aportaciones de mucho nivel: sobre los receptores acoplados a la proteína G, que es el campo en el trabajamos en nuestro grupo en investigación básica; y sobre cáncer, sistema nervioso central, hígado graso, y otras.

-¿Que son los «receptores acoplados a la proteína G»?

-Se trata de una diana muy interesante, en la que centramos nuestro trabajo: digamos que investigamos esa proteína que está en las células donde actúan más del 45 % de los medicamentos.

-Hay cambios políticos y en la USC, ¿qué les propondría?

-Que se invierta más en investigación, eso es el futuro. Y en profesionales: en farmacología hubo 5 jubilaciones y no se sustituyó ninguna con personal fijo.