El decano Julián Escudero ingresa en la Academia de Medicina

Elisa Álvarez González
e. álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Xoán A. Soler

Defendió la contribución de su especialidad, anestesia

16 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Pocas veces la Real Academia de Medicina y Cirugía, que tiene su sede en A Coruña, se traslada para dar la acogida a uno de sus nuevos miembros. Ayer lo hizo, a la emblemática Facultade de Medicina de Santiago, en su bienvenida a Julián Álvarez Escudero, decano de este centro. Álvarez ingresó con un discurso de su especialidad, bajo el título Autoinmunidad y sepsis, un relato científico «sobre las infecciones graves, un tema en el que llevo mucho tiempo trabajando». Una conferencia eminentemente científica «y de agradecimiento», matizó el decano.

Al acto de ingreso en la Academia asistieron numerosas profesionales médicos y de la vida social y política, entre ellos el arzobispo, Julián Barrio; el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo; y el presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría -a quien Feijoo saludó afectuosamente-; el rector de la USC, Antonio López; y el presidente de la propia Academia, José Carro Otero. La respuesta al discurso de Escudero llegó de la mano de Jorge Barreiro, académico numerario que ocupa el sillón de anatomía humana en la institución. No hubo duda a la hora de elegir quién debía hacer la preceptiva contestación. «Siempre hemos tenido una relación estrecha de amistad y un enorme respeto profesional el uno por el otro. No se me ocurriría otro, es una persona a quien tengo un infinito agradecimiento y un profundísimo respeto», explicaba el decano de Medicina horas antes de su acto de ingreso.

Escudero -quien agradeció la sensibilidad de que le dejasen tomar posesión en su «casa», la facultad- admite que la Academia no tiene hoy en día el papel que tuvo hace siglos, ya que tanto los fines terapéuticos, asistenciales y científicos se desarrollan ahora en otros ámbitos, pero sí valoró el papel de esta institución «para mantener unos nexos en la profesión médica y una serie de tradiciones que pueden ser importantes». Escudero agradeció el hecho de que se represente en esta entidad su especialidad, anestesia y reanimación, «ya que no destaca por su academicismo, pero creo que hemos contribuido en los últimos años a darle un papel importante en la investigación y en la universidad, con lo que es también una forma de representar una especialidad y a mis compañeros».

Tras el discurso y la respuesta, se impuso la medalla corporativa al nuevo académico, que finalmente fue saludado por el presidente de la Academia. Sobre lo que supone ingresar en esta institución, Escudero afirmaba con humor que «fundamentalmente vejez. Supone que tienes ya más pasado que futuro».