Catarsis

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña EL MIRADOR

SANTIAGO CIUDAD

07 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La hemeroteca es una muy valiosa fuente de infinitas sorpresas. Si lo sabrán el hasta hace unos días presidente del Gobierno y el hasta hace nada cuestionado jefe de la oposición. Y La Voz de Galicia tiene un tesoro hemerográfico en el que se pueden encontrar curiosidades como la siguiente, publicada el 6 de mayo de 1950 con este titular: «El título de conde, para los catedráticos». En el texto se explica que es una petición de la Facultade de Dereito de la USC y que se basa en una antigua disposición del rey Alfonso X el Sabio. Hoy da la risa, claro. Pero también da pie a una reflexión. Las eminencias universitarias no tienen que ser condes, pero sí se merecen el reconocimiento de sus horas de estudio, sus títulos, sus publicaciones y sus aportaciones a la ciencia y al pensamiento. Es triste que la nueva decana de Física, Elena López, haya tenido que reclamar en este periódico la necesidad de cuidar la imagen del profesor universitario. Algo falla si la sociedad no lo tiene en cuenta, si las autoridades políticas no lo priorizan y si ni ellos mismos se lo creen. Porque como el hemerográfico, los catedráticos, los científicos y los profesores atesoran los saberes de una sociedad que, si no se reivindica, se expone a que la ninguneen. Es triste también que el discurso de despedida de Juan Viaño y el de bienvenida de Antonio López estuviesen marcados por los números, las cuentas y las finanzas. No hace tanto, los debates universitarios estaban marcados por las ideas. Pero pensar, discrepar e incluso rectificar no está de moda. Ojalá llegue la catarsis. Ojalá el épsilon de Viaño vuelva a Matemáticas y a Filoloxía, y el PIB de López, a Dereito Financeiro y a Economía.