«El swing es una música pegadiza que transmite alegría y garantiza diversión»

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Xoán A. Soler

Karen Campos dinamiza en el Obradoiro una exhibición de baile

26 may 2018 . Actualizado a las 09:07 h.

De padre compostelano y madre irlandesa, Karen Campos McCormack es una asidua a las reuniones de swing que cada miércoles se celebran en la Sala Riquela. Todo empezó hace unos años, en el 2014, cuando tras regresar a casa desde Irlanda su afición por el swing se fue contagiando poco a poco a su círculo más cercano, y luego siguió creciendo. «Además de las quedadas en la Riquela, con más o menos 40 personas habitualmente, tenemos cuatro grupos de clases en Alfaia Danza, en Fontiñas». La moda del swing en Galicia empezó en Bueu, y de ahí saltó a Vigo, «porque la persona que lo impulsó en Bueu abrió dos grupos más en Vigo. En Ribadeo se celebra un festival de swing que tiene mucha gente. En A Coruña y Lugo también hay una asociación».

Tras unos años «disfrutando del swing casi en familia, éramos muy pocos en Santiago, decidimos poner en marcha la Asociación Compostela Swing. Y aquí estamos desde abril, ya oficialmente». Por ahora, comenta Karen, «es casi el inicio, y aún estamos a años luz de otras zonas de Galicia, como Bueu, donde su festival mueve a gente de toda la comunidad». La asociación agrupa a unos cincuenta amantes de una música «que se contagia». «Cuando la escuchas es difícil que no quieras moverte y bailar». Su presidenta cree que el creciente interés por este baile, nacido en los años 30, es porque «es alegre, aporta vitalidad, y tienes la diversión garantizada. No es necesario tener pareja, y con dos o tres pasos ya puedes moverte. Con el tiempo no puedes parar de bailar, es un ejercicio excelente para acabar con el estrés. Las clases de swing son diversión pura, no se baila para competir, solo hay que pasarlo bien». Quizás el éxito de este baile, que tiene su origen en los movimientos y la música afroamericana de los años 30 en Nueva York, sea «precisamente que no se trata de ser el mejor, sino de ser capaz de liberarte de ataduras y divertirte. Solo hay que pasarlo bien. ¿Quién no se apunta a eso?».

La misma Karen reconoce que su interés empezó por el baile, pero «cuando escuchas la música, acaba enganchando, y quieres saber más». El swing es un baile que se adapta a cada persona, dice. «Tenemos gente de 20 años y de 70. Todos disfrutan y se ríen, que es lo realmente importante». Dentro del swing hay varias modalidades. La Lindy Hop se suele bailar en pareja, no así la Vintage jazz, en la que, con la misma música, todos bailan con todos, y eso es «diversión garantizada». «Por eso el swing tiene tanto éxito. Elimina todas las ataduras de otros bailes». En el caso de compartirlo en pareja, «hay dos figuras, la Lider y la Follow, pero a diferencia de otros bailes el líder en el swing puede ser tanto la chica como el chico». En las quedadas de Compostela son muchas más ellas que ellos, reconoce la presidenta de este colectivo, «aunque poco a poco se van animando cada vez más hombres».

Hoy se celebrará una «gran quedada» en todos los rincones del mundo para conmemorar el aniversario del nacimiento de Frank Manning, que falleció en el 2009, y quien fue el «auténtico impulsor del swing». «En los años 80 lo dejó todo y se dedicó a viajar llevando la música y el baile del swing por todo el mundo». Santiago también participará en esta «gran quedada mundial». Será a las 12.00 horas, en la Praza do Obradoiro, donde se bailará una coreografía conocida. Por la tarde, a partir de las 21.00 horas, se celebrará una fiesta en el Matadero, «también abierta a todo el mundo». Y para participar en ella no es necesario saber bailar, advierte. «Solo hay que tener ganas de pasarlo bien».

La protagonista. Karen Campos McCormack es la presidenta de la Asociación Compostela Swing.

Acciones. Si el tiempo lo permite se ofrecerá, a las 12 horas de hoy, una exhibición en el Obradoiro. A las 21 horas habrá una fiesta en el Matadero.