Los centros de secundaria apuran las despedidas al alumnado que prepara selectividad
29 may 2018 . Actualizado a las 12:28 h.El alumnado de segundo de bachillerato vive el período de más nervios desde que comenzó los estudios: del 12 al 14 se enfrentará a las pruebas de acceso a la universidad, que les abrirán la puerta a una nueva etapa para su futuro. La mayoría han pasado 6 años en sus actuales colegios, desde la ESO; aunque en algún centro concertado pueden darse casos que hayan estado desde infantil. Los centros más madrugadores ya han comenzado las ceremonias de graduación, que se imponen los últimos años; otros, como los IES Rosalía de Castro y Xelmírez I, dos de los que más alumnado presentan al selectivo, las harán este jueves.
El Rosalía mantiene dos modalidades, el bachillerato común a los restantes centros, y el internacional. El alumnado del internacional no precisa presentarse a las pruebas de selectividad, pero lo hace igualmente, con la idea de subir nota y situarse mejor para optar a la universidad.
«Segundo de bacharelato é un curso duro para todos, pola presión da selectividade», afirma Milvia Varela, jefa de estudios del centro. Para el alumnado de internacional lo es algo más «porque teñen maior carga horaria e máis esixencia», agrega.
Hay estudiantes que tienen claro su futuro. Adela Cebeiro, del internacional, estudiará el próximo curso, en Londres, Antropología y Arqueología, un doble grado que no hay aquí: «é o seu proxecto e a súa ilusión. É unha alumna moi destacada, que sorprende pola súa madurez», dice su profesor de filosofía, Manuel Lama. Ella lo confirma: «sempre quixen estudar iso e tamén sempre me quixen ir fóra», dice.
Pedro Vieites, del bachillerato de ciencias normal, tiene pensado «estudar unha carreira de ciencias da saúde, non decidín aínda cal, e aquí na USC», dice.
Adela ha ganado este mes la Olimpiada de Filosofía estatal y Pedro quedó segundo en la Olimpiada de Biología. Pedro representará a España en la Olimpiada Iberoamericana, en Ecuador, del 9 al 15 de septiembre; para Adela finalizó esa experiencia, pues no hay olimpiadas filosóficas internacionales. Ambos habían ganado antes la fase gallega de esas Olimpiadas -Pedro también ganó, el curso pasado, la de geología- y coinciden en que la prueba estatal fue más larga, dura y complicada.
Milvia Varela, profesora de Pedro, resalta el esfuerzo de ambos para preparar esas pruebas fuera del horario lectivo. Les valdrá ahora para ir aún con mejor preparación a la selectividad.