Piden un protocolo para las situaciones de saturación turística puntuales

Tras un proceso jalonado de demoras, la revisión del plan especial del casco histórico iniciará su tramitación plenaria en julio, con la presentación del documento de evaluación ambiental que habrá que someterse al dictamen de la Xunta. El Ayuntamiento cuenta con disponer de él en un mes, cuando se integren el trabajo técnico de carácter urbanístico y las propuestas del plan de gestión para el casco histórico, en los que se trabaja en paralelo. Este último reunió la semana pasada a más de setenta representantes de distintos ámbitos ciudadanos -grupos políticos, técnicos de la Xunta, científicos, asociaciones vecinales, USC, colegios profesionales...- en la Conferencia Estratéxica do Plan de Xestión, que se cerró esa misma jornada con ochenta conclusiones que ayer presentaron el edil de Espazos Cidadáns, Jorge Duarte, y el codirector del plan de gestión, Juan Requejo.

Ochenta demandas que confluyen en la aspiración general de que el casco monumental recupere población y en el convencimiento de que su revitalización requiere mejoras en la calidad de vida -introducción de servicios de datos, energéticos...- pero también en el uso de los espacios públicos y la ordenación de la convivencia entre la función residencial y sus demás usos. Una ciudad histórica habitada, innovadora y que sea un foco generador y difusor de cultura. Ese sería el objetivo de la reflexión de dicha conferencia, en la que, entre otras iniciativas, se concluyó la necesidad de elaborar un protocolo de actuación ante las situaciones de saturación turística que se registran puntualmente, un protocolo que tenga en cuenta a los residentes y fomente patrones de uso alternativo por parte de los visitantes. También se planteó implantar instrumentos de gestión de los flujos excursionistas.

Entre otros muchos elementos de gobernanza y organización de espacios y de usos turísticos está también la propuesta de diseñar un nuevo esquema de movilidad y accesibilidad específico para la ciudad histórica, tanto para el espacio libre transitable como para los edificios, un plan adaptado a la sensibilidad del entorno patrimonial y a las condiciones del conjunto de los residentes.

La nuevo plan no estará disponible al menos hasta dentro de un año

 

 

El documento de evaluación ambiental se presentará a la corporación acompañado de un borrador del plan especial (PE) del casco viejo y de una primera versión del plan de gestión. Cuando el pleno le dé el visto bueno se remitirá a la Xunta. Pero después quedará al menos un año de trabajo para disponer de un documento inicial para marcar los criterios en el PE y definir el de gestión, según Duarte. La elaboración de este último se está apoyando en las conclusiones unánimes de los grupos focales creados para reflexionar sobre la situación y necesidades del casco viejo, en las surgidas de la citada conferencia y en los encuentros con los representantes asociativos del casco. Según el codirector del plan de gestión, Juan Requejo, este es un plan muy participado y lo interesante está «en que se vaya viendo qué partes se hacen comunes» a través de los distintos canales participativos. Y recuperar la vitalidad residencial «es un tema de máxima importancia e interés» para todos.

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