Dos noticias

Cristóbal Ramírez

SANTIAGO CIUDAD

15 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado jueves este periódico publicaba una noticia buena y otra mala. La buena era que Turismo de Galicia, a pesar de las zancadillas que le pusieron (incluyendo una tímida del alcalde de Santiago, quien en un rasgo de inteligencia mantuvo un perfil bajo) está sacando a la luz la bolsa de alojamientos en negro que lastra el sector. Ahora tendrá acceso a los datos de Hacienda para detectar pisos vacacionales. Así que o por buenas o por malas los cazaclientes que dando una imagen tercermundista pululan por el Obradoiro van a pasar a ser gerentes de un negocio que tendrá que pagar impuestos como todo hijo de vecino. Y para llegar ahí hubo que doblegar hasta a la Comisión de la Competencia, que más parecía un órgano del siglo XIX que engranaje de una economía moderna. No es el de ahora el paso final y no procede bajar la guardia, pero Nava Castro, directora de Turismo de Galicia, debería de sonreír y celebrarlo con uno de sus famosos tés.

La noticia mala la protagonizaba, otra vez, la esclerotizada Dirección Xeral de Patrimonio: gente que lleva un año sin luz en el Camino de Santiago, permisos de obras menores que se eternizan, ausencia de datos finales por falta de entendimiento o colaboración con los ayuntamientos de las rutas jacobeas... Lo tristemente curioso es que todo ello frena los loables esfuerzos constantes de la Consellería de Infraestruturas para acabar con el feísmo. La información se refería al Camino Francés, pero mucho es de temer que valga para todos. Y cada uno de ellos acaba en Compostela, de modo que lo que ocurre en Triacastela o Samos resuena en el Obradoiro. El reportaje se titulaba «Burocracia, la mayor piedra en el Camino». Sin comentarios.