
Adela Cebeiro compitió en la modalidad de disertación
07 may 2018 . Actualizado a las 12:28 h.Adela Cebeiro estudiará el próximo curso en Londres Antropología y Arqueología. En ello ha tenido bastante que ver su profesor de Filosofía, Manuel Lama, al que menciona constantemente. Y es que esta joven de 19 años de Santa Lucía, que cursa bachillerato internacional en el IES Rosalía de Castro, acaba de convertirse en la flamante ganadora de la olimpiada estatal de filosofía que se celebró el fin de semana en Extremadura. Lo ha hecho en la categoría de disertación -había cuatro- argumentando a la pregunta de si revolución y utopía podrían liberar al ser humano.
Para Adela, la conclusión es afirmativa, «resumindo, na miña disertación formulei que a revolución e a utopía son intrínsecas ao ser humano. Soñamos con mundos ideais, e por iso loitamos para alcanzalos», cuenta. Este planteamiento, lógicamente más largo y elaborado, le valió alzarse con el primer premio de la olimpiada. Y como toda joven filósofa, Adela no duda a la hora de nombrar a su autor de cabecera, «é Harari, de feito na miña disertación comezo falando sobre el», explica tras un fin de semana de emociones, «no que o pasei moi ben». «E tamén foi -relata- o meu último exame de filosofía», ya que está finalizando segundo de bachillerato.
En unos meses comienza una nueva etapa en Londres, tres años para hacer una carrera en cuya elección también tuvo mucho que ver su profesor. Y en la que la filosofía estará presente, una materia habitualmente maltratada en los sistemas educativos. «No bacharelato español ademais non se enfoca ben, nós temos que ler libros e facer moitos textos», apunta.
Con los ocho jóvenes filósofos gallegos que viajaron a Extremadura este fin de semana -más bien filósofas, porque fueron siete chicas y un chico-, estuvo Zeltia Laya, coordinadora de la olimpiada en Galicia, que asegura que en la comunidad hay mucho potencial. De las cuatro categorías que tenía el campeonato: disertación, dilema moral, vídeo y foto, los gallegos entraron en tres finales, aunque solo Adela logró alzarse con una de ellas. ¿Y qué dilema moral se propuso a los estudiantes? Este fue el planteamiento: cuando se produce una revolución es posible perder el control de los acontecimientos, ¿está justificada aunque se corra el riesgo de castigar a inocentes, o es más importante preservar la integridad de todas las personas y negar la posibilidad por lo tanto de que haya un cambio positivo? Piensen, que estos chicos lo hacen a menudo.