Más problemas de accesibilidad que de limpieza en los aseos públicos de Santiago

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

A diferencia de otras ciudades europeas, en Compostela son gratis, salvo el de la plaza de Galicia, al que se entra con el tique del párking

06 abr 2018 . Actualizado a las 10:01 h.

Con el inicio de la temporada alta de turismo, que tradicionalmente coincide con la Semana Santa, hay que volver la vista a la situación de un servicio básico que afecta por igual a visitantes y vecinos de Santiago. Se trata de los baños públicos. Si usted es de la ciudad será capaz de ubicar uno o dos de estos aseos, pero también le vendrán a la cabeza otros lugares disponibles cuando las necesidades fisiológicas aprietan. Pero si es un turista puede dar cien vueltas antes de dar con los servicios de la Alameda o los de los bajos del Pazo de Raxoi, junto a la Policía Local.

Si se me permite un consejo, a los primeros recurran solo en caso de extrema necesidad. No es que estén sucios, que también, sino que el olor es poco agradable. Una remodelación no les vendría mal. Incluso un cambio de ubicación que garantice la accesibilidad de la que carece. Mejor opción, aunque tampoco sus accesos merecen un 10, son los aseos públicos de Raxoi. No solo están limpios, sino que además no es necesaria mascarilla para entrar.

Hasta aquí, los aseos totalmente públicos. En ambos casos, y a diferencia de lo que ocurre en otras ciudades turísticas europeas, son gratuitos. Esto, sin duda, llama la atención a los turistas europeos, acostumbrados a desembolsar entre 30 céntimos y 1 euro por usar los inodoros.

A la lista de los públicos se unen otros servicios, también de uso libre pero situados en recintos privados. Ahí entran los de los establecimientos de hostelería, que pese a ser la opción más usada están reservados para los clientes. Aun así, que levante la mano el que no haya recurrido alguna vez a uno de ellos sin consumir. Al aludir a recintos privados nos referimos, por ejemplo, a los de los aparcamientos. Todos tienen aseos y, en general, están bastante bien y son gratis, excepto el de la plaza de Galicia, al que se accede con el tique del párking. Otra de las opciones más usadas por los turistas está en el segundo monumento más visitado de Santiago, la Praza de Abastos. Curiosamente, en el primer monumento de la ciudad, la Catedral, no hay servicios públicos. En la Praza, los baños no solo son gratis, sino que cuentan con una persona pendiente de que estén en óptimas condiciones. Insistiendo en la gratuidad, los compostelanos -para los visitantes pasan desapercibidos- también suelen recurrir a los servicios públicos de los centros sociales, como el del Ensanche.

Haciendo acopio de datos para este chequeo, una persona consultada aporta un listado, por barrios, para emergencias en sus paseos por la ciudad. Añade a la lista los aseos de las estaciones de autobuses y ferrocarril, la biblioteca Ánxel Casal y otras, el Gaiás, centros sociales, fundaciones, Auditorio de Galicia, Palacio de Congresos, mercado de Amio y las facultades.