Alumnado del CIFP Compostela llega al ministro para buscar salidas laborales

joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

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El ciclo de integración social recaba apoyos para ganar visibilidad y oportunidades

28 mar 2018 . Actualizado a las 11:03 h.

Veinticuatro estudiantes que están a punto de finalizar la segunda promoción del ciclo superior de integración social en el CIFP Compostela se mueven para mejorar sus posibilidades de empleo. Han constituido una asociación, buscaron apoyo de personas conocidas en diferentes ámbitos, grabaron vídeos y tratan de rentabilizar diversas posibilidades que ofrecen Internet y las redes sociales. Incluso han llegado al conselleiro y al propio ministro de Educación. Así pretenden hacer visible su titulación y buscar salidas laborales para los estudios que han realizado.

Este conjunto de especialistas se forman para favorecer la integración en la sociedad de personas que viven en exclusión social o que están en riesgo de llegar a esa situación. Les enseñan a trabajar con colectivos con diversidad funcional, que presentan discapacidades; con mujeres víctimas de violencia de género; inmigrantes, reclusos, drogodependientes, sin hogar, personas afectadas de enfermedades de salud mental; de edades avanzadas o desempleadas de larga duración. Para cada uno de estos grupos ofrecen respuestas, según sus necesidades y demandas.

Esta segunda promoción comenzó en septiembre del 2016. Empezaron 30 estudiantes y finalizan 24, de los que la mayoría, 22, son mujeres, y prácticamente la mitad residen en Porto do Son, Ribeira y otros municipios de Barbanza. La otra mitad en Santiago y alrededores. Al regresar de las vacaciones de Pascua empezarán el período de formación en centros de trabajo, el último requisito antes de alcanzar la titulación, después les espera el mercado laboral.

Colegios de educación especial, centros de día, casas de acogida de menores y diversos establecimientos de asociaciones y entidades que ofrecen servicios a los citados colectivos serán su destino hasta junio. También les ofrecen posibilidades de prácticas los ayuntamientos de Santiago y Teo. Pero solo prácticas. Porque no existen puestos de trabajo dependientes de administraciones públicas a los que puedan optar, resaltan. Y esa es una de las principales prioridades que plantean al conselleiro Román Rodríguez y al ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo: que se creen sistemas de acceso al empleo público acordes a su perfil profesional de técnicos superiores. Reclaman igualmente que se cambie la denominación del ciclo por el de inclusión social. Dicen que el significado es distinto: «La integración supone diferenciar a las personas dentro de la sociedad por su diversidad, mientras que la inclusión es la participación plena de todas las personas en la sociedad», escribieron en las cartas remitidas al ministro y al conselleiro.

Buscar visibilidad

Nerea Suárez, Alba Dosantos, Zaira Otero, Iria Fajín, Irene Aldrey, Laura Bueno, Diana Fresco, Anabel Fernández y Patricia Mariño destacan el éxito que alcanzan con sus iniciativas en Facebook o Youtube, donde los vídeos que promueven tuvieron centenares de visitas en poco tiempo. Los promocionan desde Tisgal, el acrónimo de Técnicos de Integración Social de Galicia, la asociación que han constituido. Enfatizan el apoyo que han recibido para esta iniciativa por parte de una docente del centro.

También elaboran cartas de presentación de sus servicios a diversas empresas, asociaciones y entidades gallegas. Afirman que la suya es una profesión vocacional, y consideran que tienen campo laboral, como ocurre en Italia, Alemania y otros países. Y para demostrarlo solo piden que les ofrezcan posibilidades, que no les confundan con otros colectivos profesionales y, sobre todo, que les abran las puertas a poder participar en oposiciones y poder entrar, tanto para formarse como para ejercer, en centros de trabajo que dependan de instituciones públicas.