La entidad planea poner en marcha este año un programa relacionado con el maltrato a las personas mayores
23 mar 2018 . Actualizado a las 10:19 h.Cruz Roja asistió a 1.702 personas en riesgo de exclusión el año pasado en Santiago, de las que el 43 % se encontraban en una situación del vulneración extrema. Estos y otros datos fueron presentados por la asamblea local de la entidad, en un acto celebrado ayer en el Hostal dos Reis Católicos al que acudieron el presidente de Cruz Roja en la capital gallega, José Luis Barreiro Conde; el coordinador comarcal, Santiago López Insua; la presidenta provincial, Mercedes Casanova; y la concejala Concha Fernández.
Según la memoria del 2017, fueron atendidas 64 personas más que el año pasado, aunque López Insua aclaró que «no es que el problema de la exclusión social vaya a más, sino que nosotros cada vez tenemos más capacidad para dar ayudas y llegar a más gente». El colectivo más vulnerable, dijo, es la infancia. Y, entre los proyectos que buscan defender sus derechos, se consiguió que 60 menores de la zona que no podían ser atendidos por sus padres biológicos por diferentes motivos fuesen acogidos en entornos familiares.
Promoción del empleo
Uno de los mayores esfuerzos que hizo la entidad fue en la promoción del empleo, duplicando su número de programas para parados hasta la media docena, para crear líneas específicas para mujeres o mayores de 45 años, por ejemplo. «Son programas financiados por el fondo social europeo y creemos que son claves, porque es la forma de que puedan valerse por sí solos», señaló. Del plan de empleo se beneficiaron 287 personas (213 entraron en el mercado laboral), al tiempo que otras 662 se formaron en la búsqueda activa de trabajo.
López Insua adelantó que este año está previsto poner en marcha un proyecto relacionado con el maltrato a personas mayores, el segundo colectivo más numeroso que atiende Cruz Roja en Compostela. De hecho, el año pasado su servicio de teleasistencia (el de mayor éxito) llegó a 582 personas.
«Lo más importante es que estamos consiguiendo trabajar desde una perspectiva integral. Es decir, cuando viene una persona con una demanda en concreto, como puede ser la de alimentos, intentamos ir más allá para llegar al origen del problema», indicó.
Sobre el soporte humano, el coordinador de la asamblea comarcal explicó que el número de socios sigue creciendo. En el último año ganaron nuevos apoyos, hasta alcanzar los 3.234, a pesar de no haber llevado a cabo campañas de captación en calle. Y los voluntarios activos se mantienen en más de 200, aunque si se cuentan los eventuales serían 1.247.
«En este momento estamos necesitados de voluntarios, pero de un perfil muy específico y para ciertos departamentos. Por ejemplo, en el de empleo necesitamos a gente con conocimientos para enseñar a los chavales cómo hacer un currículo, cómo moverse en Internet para encontrar trabajo, etcétera», señaló López Insua.