José Antonio Constenla: «Lo único que le falta a Santiago es un poco más de compostelanismo»

Juan María Capeáns Garrido
juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

SANDRA ALONSO

El director del colegio mayor La Estila paladeó la política y ahora dedica su tiempo a hablar de la ciudad «sin buscar nada»

19 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Nombre. José Antonio Constenla (Santiago, 1970).

Profesión. Iba para consultor. Desde el 2006 es adjunto a la dirección del Colegio Mayor La Estila. 

Rincón elegido. La Praza da Quintana. «Fue mi espacio de juegos y de lectura».

Es difícil encajar el papel de José Antonio Constenla en la sociedad compostelana. Y es así por poco habitual. En Estados Unidos, su figura pública se entendería mucho más, porque se acercaría modestamente a la de los líderes de los lobbies, los grupos de presión que tratan de influir en aspectos clave de la vida. Él no rehúye esa definición, pero enseguida trata de restarle las aristas negativas hasta dejarla desnuda: «Me gusta reunirme con gente, charlar, discutir con ópticas diferentes, aprender y aportar algo, aunque sea poco». Al menos una vez al mes tira de agenda telefónica y junta a un nutrido grupo de «amigos» para debatir de lo que sea; está implicado en el Foro Cívico de la Cámara de Comercio; asiste a actos sociales; lee, estudia y escribe; ama su ciudad; participa en la dirección del Colegio Mayor La Estila, su actividad laboral principal, y aún así, todo es secundario, porque lo más importante en su vida es estar con su mujer y su hija Micaela. «Pero de verdad -insiste al acabar el café en un bar de A Quintana- no busco nada para mí».

?Iba para consultor de una empresa internacional en Madrid, pero la residencia universitaria en la que pasó un año, mientras estudiaba Derecho en los 90, se cruzó de nuevo en su camino hace doce años. «Si me hubieran llamado para un puesto similar en Sevilla no hubiera ido». Constenla quería casarse y trabajar en Compostela, la ciudad en la que nació, en la rúa de San Pedro. Además del tiempo que pasó en la capital de España, vivió en A Estrada, donde paladeó la vida política. Con 21 años fue concejal de la localidad pontevedresa con el alcalde Ramón Campos (PP), y fue presidente del Consello Galego da Xuventude, el órgano que asesora a la Xunta en todo lo relacionado con los jóvenes. Desde ese puesto dio el salto al mismo consejo a nivel estatal, que le ofreció una anécdota que recuerda bien: «Felipe González nos recibió en La Moncloa el día de reflexión de las elecciones que perdió con Aznar. Me llamó la atención la soledad de aquel hombre que vestía un jersey de punto de andar por casa y que me regaló un bonsái».

?De la política activa habla premeditadamente en pasado, «porque es una etapa que he dejado atrás. Yo la dejé morir, y lo cierto es que nadie me llamó», admite. Ahora se siente cómodo. Se reconoce como una persona de centroderecha, «y es fácil adivinar que soy votante del PP, pero lo cierto es que soy muy crítico y no me veo asumiendo al cien por ciento todo lo que dice un partido, porque tengo ideas propias». ¿Alguna crítica concreta?. «Feijoo lo está haciendo bien, pero creo que Mariano Rajoy no ha asumido todas las reformas que debería por cálculo político, algo que a mí me costaría hacer», sentencia.

Con estos mimbres, cualquiera podría definirlo como un adulto prematuro, y en cierta medida lo fue: «Soy un tipo bastante sosote, no era mucho de fiestas, aunque claro que me tomé mis copas en el Dúplex hasta la hora que hiciera falta», comenta recordando el local universitario por excelencia en los años ochenta y noventa.

Santiago es uno de los temas centrales que ocupan las charlas que organiza. Habla con pasión de la ciudad, aunque ve motivos para la crítica constructiva. Constenla está convencido de que el alcalde y los partidos de la oposición intentan, a su manera, hacerlo lo mejor posible, pero echa de menos algo más de contundencia a la hora de reivindicar sus valores. «Tenemos de todo. Es pequeña, tiene colegios, cultura, una buena universidad, un magnífico hospital, un aeropuerto internacional... lo único que le falta es un poco más de compostelanismo, sentirla más».