Los grupos temen el trámite del impacto ambiental en la planta que se propone para Silvouta

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PSOE y BNG lamentan el tiempo perdido pero acogen la idea como aceptable, y el PP la rechaza de plano

17 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los grupos municipales muestran una visión diferente la alternativa planteada por el gobierno local. La acogida, condicionada sobre todo a los trámites, es más aceptable por parte de PSOE y BNG, que pese a todo cuestionaron el momento de la presentación de la propuesta. El grupo popular, sin embargo, tacha de tomadura de pelo el proyecto de Compostela Aberta.

Agustín Hernández muestra el «máximo respecto» al trabajo de los expertos de Enxeñería Química de la USC, pero ve el proyecto ideado para sustituir a la planta de O Souto como una «improvisación peligrosa», una «tomadura de pelo malintencionada» y una «irresponsabilidad muy grave» por cuanto devuelve al debate la situación anterior al año 2011.

De principio, Agustín Hernández se muestra disconforme con que se lo considere ya como un anteproyecto. «Es una preidea plasmada en doce hojas». Observa muchas lagunas a primera vista como el tema del impacto ambiental, los trámites ya hechos y los costes de la explotación, que no ve desarrollados en el informe presentado.

Al portavoz del grupo popular le gustaría que hubiese estudios de otras partes, además del de la Universidade, a fin de comprobar más valoraciones.

Los socialistas consideran que la propuesta de Compostela Aberta significa un giro de 360 grados para volver al punto de partida. Paco Reyes lamentó la «grave» pérdida de tiempo provocada por el Partido Popular, «debido a una promesa electoral que le valió el gobierno a Conde Roa», que luego siguió durante dos años y medio con Compostela Aberta. El PP llevó el proyecto a O Souto y Compostela Aberta lo devuelve a Silvouta. «Todo este tiempo se perdió cuando ya había un impacto ambiental», dice.

Precisamente el impacto ambiental es la gran incógnita y el gran condicionante que ve Reyes en la planta de Silvouta. Es decir, si va a ser considerada una ampliación o una instalación nueva. En el primer caso habría que hacer una declaración de impacto ambiental y en el segundo, seguramente no.

Esa misma reserva la plantea el nacionalista Rubén Cela, que siempre sostuvo que la mejor ubicación era la actual planta de Silvouta. La idea del gobierno local le parece bien, pero el impacto ambiental puede frustrarla. Ahí está, a su juicio, la viabilidad o no de la nueva instalación. «Todo o que se falou paréceme perfecto e a solución véxoa razoable, pero haberá que ver o pronunciamento das outras administracións, se tecnicamente iso é posible e se require ou non o trámite de impacto ambiental».

Agustín Hernández percibe endeblez: «Lo veo muy poco consistente y lo analizaremos a fondo. Y a ver qué dicen las otras administraciones».

Los populares optan por O Souto, escenario que los demás rechazan

El grupo popular se muestra claramente favorable a O Souto, y Agustín Hernández recalca que existe una declaración de impacto ambiental legal y formal en esa zona. El portavoz popular dice que el alcalde no habló con su grupo en los dos años y medio de mandato «y no puede pedir que defendamos esto ahora».

O Souto no es, sin embargo, un buen escenario para los socialistas: «Plantear eso es una barbaridad. Cualquiera que vaya por O Souto se da cuenta enseguida de que es imposible hacer una depuradora allí. Seamos razonables, por Dios». Reyes quiere estudiar bien con los técnicos la solución nueva de Silvouta para analizar sus posibilidades.

Uno de los problemas de la ubicación elegida es, para el BNG, la conformidad del vecindario, aunque Compostela Aberta resaltó que la instalación no iba a tocar la zona de Silvouta rechazada. Rubén Cela subraya que «se é viable» es la solución más recomendable: «Faremos a valoración final cando vexamos a súa viabilidade».