Miguel Gelabert: «Llevamos casi veinte años haciendo operaciones con el paciente despierto»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

Uno de los mayores avances, dice el nuevo jefe del servicio de neurocirugía del CHUS, son las intervenciones poco invasivas, quitando tumores por la nariz

11 mar 2018 . Actualizado a las 10:01 h.

Hace un par de meses asumió la jefatura del servicio de neurocirugía del CHUS. Miguel Gelabert González (Santiago, 1955), acaba de ser reconocido por la Sociedad Española de Neurocirugía Pediátrica, al ser el único facultativo fundador que sigue en activo. Y tiene muy claros los retos de su departamento, «modernizar las infraestructuras que tenemos».

-¿Qué objetivos se propone para este servicio?

-Se ha hecho muy poca inversión en los últimos años en el hospital y necesitamos modernizar las infraestructuras, sobre todo en tecnología para el quirófano. Tenemos que conseguir un quirófano inteligente y la gerencia está de acuerdo. Hoy en día no solo neurocirugía sino otras especialidades precisan una tecnología muy sofisticada, que además debemos compartir porque es muy cara.

-¿Qué volumen de pacientes tiene este departamento?

-Casi llegamos a las seis mil consultas al año y realizamos unas ochocientas operaciones.

-Y son centro de referencia a nivel estatal.

-El CHUS es centro de referencia en tres patologías de neurociencias, dos concretamente de neurocirugía, como son los trastornos del movimiento -cirugía de párkinson- y la de epilepsia.

-¿Qué supone ser centro de referencia?

-En primer lugar, prestigio a nivel local y nacional. Somo requeridos por muchos centros del país para ir allí a enseñar a operar pacientes. También tenemos una parte asistencial que implica que operamos a gente de fuera. Tenemos muchas demandas aunque es cierto que no podemos atenderla todas, pero insistimos mucho en enseñar, es decir, que vengan profesionales a aprender a operar y después, cuando empiezan a hacerlo en su hospital, vamos allí para hacer cirugías un par de veces con ellos y ya arrancan solos. Nuestros residentes tienen un valor añadido, por eso los llaman para poder poner en marcha determinadas técnicas en otros hospitales.

-Hasta hace unos días era presidente de la comisión de docencia del hospital. ¿Hasta qué punto es importante cuidar la formación?

-Es fundamental. Los residentes son gente joven, con mucho empuje, arranque y ganas de saber. Eso te obliga a seguir y a preocuparte mucho.

-¿Se cuida la formación de los residentes?

-Hay que buscar un sistema para que los tutores tenga algún tipo de incentivo, no dinero, pero por lo memos un día de libranza al mes para que puedan hacer las evaluaciones de estos médicos jóvenes, que después se envían al Ministerio. Es un trabajo que exige tiempo y la gente lo está haciendo por vocación.

-Galicia tiene déficit en algunas especialidades médicas. ¿También en neurocirugía?

-No, neurocirugía es una de las especialidades más excedentarias.

-¿Cuáles han sido los principales avances de este tipo de cirugía en los últimos años?

-Tanto en el tratamiento de la epilepsia como en los trastornos del movimiento se ha avanzado muchísimo. Y el hecho de ser un centro de referencia hace que las empresas que desarrollan la tecnología nos informen enseguida, porque les interesa que usemos y probemos sus tecnologías.

-¿Pero en qué lo nota el paciente?

-Por ejemplo, en la cirugía de epilepsia se ha avanzado muchísimo en la localización del foco. Hay que localizar dónde está, porque puede ser un foco muy pequeño. Ahora lo último es colocar electrodos finitos dentro del cerebro que buscan el foco como si fuesen una sonda.

-¿Tiene Santiago las técnicas mas pioneras de España?

-Sin duda.

-Ochocientas operaciones al año. ¿De qué patologías?

-La mayoría es patología degenerativa de la columna, casi la mitad de las intervenciones. Son hernias de disco, artrosis de la columna, estenosis de canal... En resumen, la consecuencia del envejecimiento de la población. Los pacientes han cambiado por este envejecimiento, y ahora los mayores son un importante porcentaje. En cuanto a la cirugía infantil había decaído pero hemos recuperado mucho porque llevamos el área pediátrica de Pontevedra.

-¿Qué intervenciones han mejorado más?

-En todas las que se utiliza la cirugía endoscópica, mínimamente invasiva. Hacemos en torno a 25 o 30 cirugías de resección de tumores a través de la nariz, sin que sea necesario cortar el pelo ni abrir. Son tumores malignos o benignos, y el único requisito es que podamos acceder a ellos, por lo que no pueden estar en una zona muy lateral. Esto hace que se reduzcan muchísimo las complicaciones y el paciente a los tres días se puede ir a su casa.

-Los medios de comunicación siempre se hacen eco de las operaciones de neurocirugía en las que el paciente está despierto.

-Hace casi veinte años que llevamos haciendo operaciones con el paciente despierto. De hecho el congreso gallego de neurología va a tener como tema de referencia la cirugía despierta.

-¿Por qué debe estar despierto?

-Si vamos a operar un tumor o una epilepsia cercanos al área elocuente, no sé hasta dónde puedo llegar para sacar el tumor. Por lo que, si el paciente está despierto, con un electrodo damos unas descargas mientras el psicólogo hace hablar al enfermo o le enseña dibujos. Si doy una corriente y es el área del lenguaje, el paciente no va a poder hablar, y eso solo lo sé si está despierto. Lo mismo ocurre con focos cercanos al área motora.

-Apenas se relaciona el párkinson con la cirugía. ¿Se opera mucho?

-El mejor tratamiento es el médico, pero cuando este empieza a quedarse corto o empiezan a aparecer efectos secundarios o mala tolerancia, es el momento de acudir a la cirugía. Nunca antes de los cinco años desde el diagnóstico. El párkinson no se cura, pero se alivian los síntomas motores con esta cirugía.

«Somos requeridos por muchos hospitales del país para ir a enseñar a operar»

«El párkinson no se cura, pero con la cirugía aliviamos los síntomas motores»