Tiene Santiago mucho que ganar con el parque del Monte do Gozo. La celebración del festival musical O son do Camiño, del 28 al 30 de junio, va a ser un gran relanzamiento, una ocasión mayúscula para mostrar a todos los gallegos un recinto de enormes posibilidades para el ocio. El macrofestival que el viernes presentó la Xunta está en la línea de los festejados en el pasado, el último hace cuatro años, con artistas de relumbrón a nivel mundial, pero esta vez tiene que ser diferente, tiene que ser más que eso: tiene que valer para consolidar el Monte do Gozo no solo como lugar de acogida de peregrinos, sino como un espacio privilegiado para el esparcimiento de compostelanos y visitantes. Para ello, Turismo de Galicia debe salvar un escollo de dimensiones considerables: tiene que despertar el interés del sector privado para llevar las riendas del complejo de piscinas y del área de alojamiento, motores para impulsar todo el parque. Los dos concursos convocados desde el pasado otoño, que han quedado desiertos, han sido un toque de atención sobre las dificultades para rentabilizar la gestión de un macrocomplejo que se hace grande fuera de años santos. Por eso, es necesario ganarse a los vecinos de Santiago como primera «clientela» de un recinto que tiene indudables atractivos como gran parque urbano, con sus piscinas para el verano o sus áreas de juego, deporte o paseo para todo el año. El festival O son do Camiño va a ser una excelente tarjeta de presentación, que deberá tener continuidad con espectáculos en el macroauditorio al aire libre que ahora se va a rehabilitar o en espacios más reducidos. El Monte do Gozo no puede ser flor de un día, ni de tres, aunque grande, muy grande, sea el cartel.