Clínicos e investigadores discuten los efectos del alcohol sobre el ictus

j. G. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Álvaro Ballesteros

El abuso de las bebidas destiladas agrava los efectos de un ataque cerebral

16 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Un consumo moderado de alcohol, que sería de un máximo de dos o tres vasos de vino al día, según la elaboración tradicional de Galicia, puede tener un efecto beneficioso en pacientes que sufren un ictus; pero beber más, o tomar bebidas destiladas, agrava la situación del ataque cerebral. Este fue uno de los asuntos sobre los que se discutió ayer en el Cimus, en una nueva sesión de Escola de Fonseca, el ciclo sobre avances en neurología promovido por la gerencia del área sanitaria, el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago y la USC.

La sesión la coordinó el neurólogo José Castillo. Participaron Marina Rubio, investigadora española del centro estatal de la salud y de investigación médica de Caen (Francia), y Joaquín Serena, del hospital universitario Josep Trueta de Gerona.

Los especialistas asistentes debatieron, además, sobre un estudio elaborado a partir de una base de casi 8.000 pacientes de Santiago, en los que se analizó la relación entre alcohol e ictus, con los resultados antes indicados.

Se refirieron, además, a nuevos planteamientos a partir de investigaciones en animales. Fue la primera Escola de Fonseca del año y todavía tendrá dos convocatorias más.