Desalojan a un pasajero ebrio de un vuelo a Tenerife que partió de Santiago más de cinco horas tarde

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

xoan a. soler

El viajero empezó a proferir gritos contra Air Europa cuando fue desalojado por la Guardia Civil

08 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las circunstancias se aliaron el martes en contra de los pasajeros del vuelo de Air Europa que cubría la ruta entre Santiago y Tenerife Norte. Su avión, que tenía programada la salida a las 17.30 horas no despegó de Lavacolla hasta las 22.54. Por si fueran poco contratiempo esas casi cinco horas y media de demora, el vuelo no llegó a tiempo a su aeropuerto de destino, Los Rodeos, que cierra a medianoche, por lo que el avión tuvo que tomar tierra en el aeródromo situado en el sur de la isla, Reina Sofía, lo que obligó a un último desplazamiento por carretera. Fue el epílogo a un episodio que, con todo, ya había registrado su momento más rocambolesco a bordo, cuando un pasajero ebrio fue desalojado del vuelo por la Guardia Civil en la terminal de Lavacolla, lo que retrasó todavía más su despegue.

Cuando se produjo esa circunstancia, el avión de Air Europa estaba a punto de despegar. Eran más de las diez de la noche. La aeronave ya acumulaba más de cuatro horas y media de demora. Entonces, según relataron a la agencia Efe algunos viajeros de ese vuelo, el comandante de la aeronave decidió abortar el despegue en el momento en el que ya estaba enfilando la pista para emprender la maniobra. Cuando el avión llegó de regreso a la terminal, agentes de la Guardia Civil entraron en su interior y desalojaron al pasajero ebrio, que según el relato recabado por Efe había comenzado a proferir gritos contra la compañía aérea. Finalmente, la aeronave despegó con el referido retraso de casi cinco horas y media.

Normalidad en Lavacolla

La de este vuelo de Air Europa a Tenerife Norte es la última demora de consideración sufrida en las últimas jornadas en los vuelos programados en Santiago, una vez superadas las incidencias que la nieve acumulada el lunes en el aeropuerto de Barajas, que obligó a cerrar temporalmente dos de las cuatro pistas del aeropuerto madrileño, provocó en varias conexiones con Lavacolla.