El joven al que la Fiscalía le pide 3,5 años de cárcel por dar un puñetazo alega legítima defensa

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

SANDRA ALONSO

Asegura que fue el denunciante el que inició la reyerta con insultos y golpeándole en un ojo

02 feb 2018 . Actualizado a las 14:53 h.

El joven al que la Fiscalía pide tres años y medio de cárcel por romper la nariz a otro de un puñetazo alegó ante el tribunal de la sección sexta de la Audiencia Provincial, la que tiene su sede en Santiago, que él actuó en todo momento en legítima defensa y que fueron el denunciante y sus amigos los que iniciaron la reyerta, primero insultándoles y después propinándole un fuerte golpe en un ojo ante lo que él, explicó, reaccionó soltando un golpe al aire.

Los hechos se produjeron el 9 de febrero del 2016, entre las cuatro y las cinco de la madrugada. Era Carnaval y el acusado caminaba por la Rúa Nova en compañía de su novia y del hermano pequeño de esta. Iban disfrazados de personajes de «El señor de los anillos» y, al acercarse al otro grupo, comenzaron a escuchar comentarios despectivos que se tornaron en insultos, según explicaron tanto el denunciado como sus dos testigos.

El denunciante, por su parte, tan solo reconoció que les dijeron, en el tono jocoso propio de esas fiestas, si iba «disfrazado de Dios», ya que su vestimenta era la de Gandalf, el mago de la popular historia de J. R. R. Tolkien. El acusado mantuvo durante todo el juicio que fue el otro grupo el que, tras los insultos, les cortó el paso e inició el incidente, algo que el presunto agredido negó tajantemente.

El testimonio del acusado fue bastante consistente y quedó reforzado por el hecho de que en ningún momento quisiese llegar a un acuerdo con la Fiscalía para, a cambio de admitir su culpabilidad, rebajar la petición de pena y asegurarse no entrar en prisión.

También jugó a su favor el hecho de que la nariz del denunciante, teóricamente deformada por el golpe, no mostraba muchas secuelas de aquel puñetazo. El forense que testificó como perito llegó a decir que no presentaba desviación alguna del tabique y que tampoco tenía alterada su función respiratoria. Tan solo apreció un «pequeñísimo resalte» en la zona en la que se produjo la rotura por la «hipertrofia del callo de fractura», explicó el facultativo.

Pese a ello, tanto la Fiscalía como la acusación particular mantuvieron sus peticiones de pena que, además de la cárcel, incluyen el pago de una indemnización al denunciante por la lesión causada. En el caso del ministerio público, pide 1.800 euros, cantidad que es aún mayor en el caso de la representación letrada del presunto perjudicado.

La defensa, por su parte, solicita la libre absolución porque considera que el acusado actuó en legítima defensa. No obstante, y de forma subsidiaria, reclamó que, en caso de condena, no se le aplique el delito de lesiones con deformidad, sino tan solo el de lesiones simples, dado que la herida causada no tendría la gravedad que le ha dado el denunciante.