La USC incrementa en un millón los fondos captados para investigar

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Álvaro Ballesteros

Consolida el crecimiento de un 42 % registrado en el 2016 respecto al año anterior

17 ene 2018 . Actualizado a las 23:40 h.

A los investigadores de la Universidade de Santiago se les ha reconocido de forma unánime el esfuerzo realizado en los últimos años para llevar a cabo proyectos punteros reconocidos mundialmente con escasos medios, derivados de los recortes practicados en los últimos años por la crisis y que se reflejaron tanto en los contratos precarios con los que trabajaban los grupos como en la falta de material para hacerlo en condiciones. Eso ha sido así y no pudieron negarlo ni las autoridades académicas ni los responsables institucionales. Y peso a ello, grupos de investigación como los que operan en las facultades de física o de matemáticas, en medicina o en ingeniería han logrado resultados espectaculares que han colocado a la USC en los ránkings más prestigiosos del mundo.

Afortunadamente, en los últimos ejercicios se está corrigiendo ese déficit, y los presupuestos de la Universidade lo reflejan claramente. Los ingresos para investigación están aumentando, sobre todo los que provienen de las administraciones públicas, y al menos los de las privadas, se consolidan.

Los segundos son particularmente importantes, porque provienen de aportaciones de empresas que contratan a la USC para que lleve a cabo investigaciones que son de interés para sus negocios. Es una manera de transferir los conocimientos a la sociedad y es también una forma de involucrar a la iniciativa privada en la investigación, el desarrollo y el conocimiento. Bodegas que destinan fondos al estudio de nuevos sistemas para proteger sus viñedos; firmas como Viaqua que invierten en la investigación de la mejora de los procesos de depuración de las aguas; grupos que cuentan con apoyo económico para analizar el metabolismo de las ciudades sostenibles o trabajos que se centran en el estudio de las variedades de las castañas, por poner algunos ejemplos, sumaron diez millones de euros en el 2017 y, como casi todos estos contratos se mantienen, la cifra es similar para el 2018.

Pero la investigación universitaria se financia, sobre todo, con aportaciones públicas, con las ayudas que a tal fin destina la Xunta, el Gobierno central o la Unión Europa. En total, los presupuestos del presente año estiman una captación de recursos en torno a los 45,5 millones de euros, que supone un millón más que el año anterior, cuando se calculó la entrada de 44,4 millones de fondos públicos tanto para actividades de I+D como docentes.

Se trata de una recuperación en los fondos captados que lleva repitiéndose en los últimos tres ejercicios, puesto que en el 2016 la cantidad fue similar, con 44,3 millones de euros. El gran salto se produjo el año anterior, dado que en el 2015 no se alcanzaron más que 31 millones para programas de investigación. En los últimos ejercicios, por lo tanto, se consolida «o salto producido en captación de fondos no exercicio do 2016 respecto ao 2015, que foi do 42 %», tal y como indica la gerencia en el documento de los presupuestos aprobados para el 2018 en la Universidade de Santiago.

La institución revalida su apuesta por el medio ambiente en un ránking mundial

La USC sigue figurando entre las universidades del mundo más comprometidas con el medio ambiente, tal y como lo ratifica el hecho de que vuelva a aparecer en el ránking GreenMetric, que es la primera y única clasificación de universidades del mundo que mide la apuesta de cada una de ellas por el desarrollo de una gestión respetuosa con el medio ambiente. En el último estudio, que acaba de ser publicado, la Universidade de Santiago figura en el puesto 283 de 619 instituciones de 76 países diferentes.

El GreenMetric aumentó el número de universidades que incluye en su estudio, ya que el año pasado eran 516 y de ellas, la de Santiago figuraba en el puesto 234.

El ránking evalúa seis indicadores en cada universidad; la energía y el cambio climático, la gestión de residuos, el transporte, la educación, la configuración e infraestructuras y el uso del agua. Zonas verdes, consumo eléctrico o tratamiento de residuos son cuestiones que figuran en el análisis.