Hace exactamente tres lustros, cuando estaba a punto de despedirse el año 2002, la Dirección Xeral de Patrimonio anunciaba la actuación sobre la gran obra del maestro Mateo
11 dic 2017 . Actualizado a las 22:55 h.Hace exactamente tres lustros, cuando estaba a punto de despedirse el año 2002, la Dirección Xeral de Patrimonio anunciaba una de las obras rehabilitadoras más importantes de la ciudad, la del pórtico de la Gloria. El posterior plan director de la Catedral habría de animar los numerosos proyectos de restauración que vendrían a posteriori y los que todavía están pendientes hasta el 2020. Confirmado el grave deterioro que sufría la parte baja de la gran obra de Mateo por la acidez del contacto de los cientos de miles de manos que cada año se posaban en el parteluz y por la condensación que provoca la respiración de tantas personas, la intervención se hacía necesaria. La Xunta la anunciaba para enero del 2003, tras la valoración del estudio que el Cabildo había encargado y en el que participaron expertos de la USC. De hecho, la intención era haber afrontado la restauración algo antes, pero el reciente cambio de deán la había retrasado.