Ángel Mariscal presidió en Santiago la comisión que pretende gestionar mejor las ciudades históricas
30 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Santiago fue sede esta semana de una reunión de la comisión de Patrimonio y Ciudad del grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, al que pertenecen Alcalá, Ávila, Baeza, Cáceres, Córdoba, Cuenca, Ibiza, Mérida, Salamanca, San Cristóbal de la Laguna, Santiago, Segovia, Tarragona, Toledo y Úbeda. Dicha comisión la preside en la actualidad el alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal (PP), un enamorado de Santiago que ya hacía el Camino «hace muchos años, cuando no había señalizaciones, ni nada», y que además tiene amigos en Compostela al margen de su actividad política.
El próximo año le tocará la presidencia del grupo, que es rotatoria, y no solo se siente orgulloso de representar a las ciudades Patrimonio de la Humanidad sino que defiende su modelo de gestión, en el que no hay rivalidad política. Es más, cree que su trabajo es un modelo a seguir para otras ciudades. «Las que tienen turismo de sol y playa, que les está generando problemas, miran ahora el modelo que gestionamos nosotros, el del turismo cultural, de patrimonio, historia, gastronomía...». Un modelo que tendrá más protagonismo si cabe el año que viene, cuando se celebre el año europeo del patrimonio cultural. «Se trata de poner en valor la historia que compartimos y que nos hace sentirnos orgullosos por ser miembros de una comunidad que tiene la cultura como engranaje de la construcción de Europa». O sea, incidir en los valores que identifican a Santiago de Compostela como itinerario cultural europeo.
Pero no todo es un camino de rosas, y las ciudades Patrimonio de la Humanidad se enfrentan a una serie de problemas comunes, como la masificación turística y la pérdida de población de los cascos históricos. Implicar a los vecinos en la búsqueda de soluciones para hacer de esas ciudades un lugar más habitable y sostenible es uno de los retos de la comisión que preside Mariscal y sobre ello versó el encuentro de Santiago, bajo el título Procesos participativos en la redacción de los planes de gestión.
Cuenca no es una excepción. «En los años 70 y 80, con el bum del ladrillo, se hicieron 11.000 viviendas nuevas y la población en esos veinte años solo creció un 20 %, o sea que 30.000 personas se fueron a vivir a esas urbanizaciones y 20.000 eran del casco antiguo. Uno de los retos que tenemos es dar a esos cascos históricos calidad de vida y evitar lo que ha pasado, y que acaben convirtiéndose en parques temáticos». En la reunión se analizaron esos problemas y se presentaron posibles soluciones, que pasan por la elaboración de planes de gestión a mayores de los planes especiales. Los segundos son de corte urbanística mientras que los primeros inciden más en los posibles usos de las ciudades para que sean más atractivas y habitables. «El problema es que nos hemos dedicado a la gestión y no planificamos, y hemos creado ciudades poco eficientes. Es lo que ha pasado con el bum del ladrillo, y ahora, por ejemplo en Cuenca, cuesta el triple mantener la ciudad».
Para afrontar los costes, el grupo tiene fondos propios, aunque Mariscal es consciente de que en cada ciudad el problema es diferente y que en aquellas en las que hay consorcio (Santiago, Toledo y Cuenca) es más fácil obtener financiación. El alcalde de Cuenca no quiere entrar en la pretensión del gobierno local de Santiago de cobrar una tasa turística. «Yo respeto la organización de cada concello». Pero echa mano de ejemplos como Oporto donde, a su entender, la tasa ha dado buenos resultados. «He viajado mucho y en Suiza ya hace años que se cobraba un franco por día. ¿Que si es afán recaudatorio? Todo lo que se recauda es para gestionar servicios, lo que hay es que gestionar bien».
El personaje. Ángel Mariscal presidió la comisión de Patrimonio y Ciudad del grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España.
La cita. El encuentro tuvo lugar del 27 al 29 en el Museo das Peregrinacións, bajo el título: Procesos participativos en la redacción de los planes de gestión.