El túnel del Hórreo arrebata cada día 8.500 vehículos a la circunvalación gratuita de la AP-9

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

xoan a. soler

Desde que se inauguró el paso subterráneo, el tráfico se ha aumentado un 35 % en la SC-20 y la tendencia se amplía con la apertura del de Conxo

19 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La SC-20 es la arteria por la que fluye el grueso del tráfico compostelano. Sin ella, la ciudad se colapsa, como quedó bien claro el pasado miércoles, cuando un camión volcó y cortó durante más de cuatro horas la vía en sentido A Coruña y todo Santiago se atascó. Las retenciones llegaron incluso a la avenida de Lugo y eran evidentes en el entorno de la estación de tren. Esta dependencia del periférico no para de crecer y a un ritmo vertiginoso. Cada vez son más los vehículos que dejan de circular por la circunvalación gratuita de AP-9 y que optan por la SC-20. ¿Por qué? La explicación está en los nuevos túneles construidos.

El 21 de mayo del 2011 se abrió el paso subterráneo del Hórreo y en aquel momento el ritmo de circulación por la SC-20 estaba por debajo de los 24.158 vehículos diarios. Esa fue, precisamente, la cifra media que se registró al año siguiente, cuando se completó el primer año de apertura del túnel. Y desde entonces, ese número no ha parado de aumentar.

En cinco años, aquellos 24.158 vehículos de media diaria que cruzaban el túnel del Hórreo se han convertido en nada menos que 32.611. Supone un crecimiento de 8.453 coches, un 35 % más que en el primer año de vida de esta nueva infraestructura.

¿De dónde han salido esos casi 8.500 nuevos vehículos que ahora circulan por la SC-20? De la autopista, cuya circunvalación gratuita cada vez tiene menos sentido. Propone un recorrido más largo y deja al conductor en el mismo punto que el periférico: en Milladoiro.

A mayores, la reciente apertura de un segundo paso subterráneo en Conxo que permite evitar la última rotonda conflictiva que había en la SC-20, inclina aún más la balanza en favor del periférico compostelano. Ahora es posible ir desde el polígono del Tambre a Milladoiro, y viceversa, sin dejar de circular por una vía de alta capacidad y a 80 kilómetros por hora excepto en el túnel del Hórreo y el tramo anterior y en el del paso subterráneo de Conxo, donde la limitación está establecida en 50 kilómetros por hora.

Aún no existen datos oficiales, pero los expertos en tráfico de la Policía Local están convencidos, por su experiencia diaria, de que los vehículos que ahora circulan de media por la SC-20 ya son más de los 32.611 que se han registrado en lo que llevamos del 2017.

Al factor favorable de los túneles, que hace más atractiva la SC-20 para los conductores que atraviesan Santiago, se une el hecho de que la autopista está en obras, precisamente para ampliar la capacidad del tramo por el que transcurre la circunvalación compostelana, que tiene carácter gratuita. Un hecho que hace aún más incómoda la AP-9 en estos momentos, aunque es de esperar que cuando los trabajos hayan finalizado y la vía cuente con cuatro carriles por cada sentido de circulación pueda recuperar algo del atractivo que ha perdido para muchos conductores.

Problemas de velocidad

Junto al del enorme incremento del tráfico, la SC-20 tiene en los excesos de velocidad su mayor problema. Es frecuente que los vehículos sobrepasen los 80 kilómetros por hora de limitación que existe en la mayoría de la vía, pero donde más incumplimientos se producen es en los tramos donde se sitúa en 50. Salvo, claro está, el túnel del Hórreo, donde el radar que existe en este punto hace que lo común sea cumplir con la norma. Justo lo contrario a lo que está sucediendo en el de Conxo, donde es normal ver coches a más de 90 kilómetros por hora. Fomento acaba de reforzar la señalización de la vía en esta zona y ha reducido a 40 el carril derecho en sentido Milladoiro para aumentar la seguridad en la incorporación que existe más adelante.