El gran invento

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO CIUDAD

05 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un evento tan rimbombante y protocolario como la reunión del Real Patronato suele dejar frío a cualquier vecino. ¿Que finalmente no se producirá la prevista para finales de este año por culpa de que en la agenda del monarca y los estadistas no cabe otra cosa que la crisis catalana? Bueno, ¿y qué? Pues no señor. Compostela se está jugando muchísimo. De hecho, ha perdido lo indecible en los catorce años que llevan sin citarse en el Pazo de Raxoi. Hay dos claves: una simbólica, porque el Patronato es la expresión máxima del compromiso y las voluntades de todas las administraciones en torno a Compostela, a los valores eternos de la ciudad patrimonio de la humanidad. Y otra tan material como los 243 millones de euros que, en forma de programas a desarrollar hasta el año 2026, iban en la carpeta que el alcalde Noriega le entregó a Felipe VI el pasado mes de marzo, igual que Xerardo Estévez primero, y Xosé S. Bugallo después, le entregaron los suyos a Juan Carlos I. No son cartas a los reyes magos, sino iniciativas transformadoras de la ciudad, para lo que es necesario el compromiso de las tres administraciones. De salir adelante, en todo o en gran parte, el plan plurianual que dejó Noriega en Zarzuela, Santiago estaría ante una nueva «edad de oro», como lo fue, espectacular, la liderada por Estévez y Fraga en los 90. Eso es lo que se juega la ciudad. Como para permanecer indiferentes. Si finalmente el Patronato se reúne en el 2018, habrá concluido una travesía del desierto de tres lustros. Otras ciudades monumentales quisieron copiar ese gran invento y se levantaron barreras en Madrid, pero esas reticencias parecen vencidas.