Ricardo Gurriarán: «O museo da Catedral é idóneo para as estatuas de Abraham e Isaac»

joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

SANDRA ALONSO

Realiza el informe en el que se basará la reclamación para el patrimonio municipal

04 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En el archivo histórico municipal de Santiago hay una importante diferencia entre la documentación clara y precisa sobre la compra de las estatuas de Abraham y Daniel por parte del Ayuntamiento, y la ausencia de cualquier documento oficial, o de carácter privado, que justifique que estén en posesión de la familia Franco, afirma el historiador e investigador Ricardo Gurriarán. Este experto realiza el informe en el que se basará la reclamación por vía judicial de esas obras de arte para el patrimonio municipal. «Por coñecemento das diferentes etapas do franquismo, que están moi ligadas a Santiago nos períodos de anos santos, penso que foi unha veleidade unipersoal do alcalde Enrique Otero Aenlle. Francisco Franco tiña unha débeda con Galicia como galego; e Galicia comeza a aparecer no mapa con algunhas dádivas a partir dos inicios da década de 1950, a partir de 1952 hai unha inflexión», afirma.

Así, agrega, con motivo del jacobeo de 1954 «unha comisión do Concello e a Igrexa de Santiago, que encabeza Quiroga Palacios, nomean a Franco presidente da comisión do ano santo, e tamén patrono do Museo de Santiago. A esa altura corresponden as obras do aeroporto, para dar un pulo de internacionalización; o Hostal dos Reis Católicos; o hospital substitutivo do vello que estaba no Obradoiro; os primeiros polígonos, ou novos edificios universitarios. E unha forma de confortar a Franco foi a oferta dun presente á súa esposa por esas deferencias, que foron as estatuas».

Considera que Carmen Polo las habría visto en una visita a la Casa Consistorial. Allí se hallaban, porque las había comprado el gobierno local al conde de Gimonde. Esa adquisición fue un proceso de casi un año, con todas las garantías, asegura Gurriarán: documentó que intervino una comisión presidida por Jesús Carro; y encontró informes del escultor Francisco Asorey, y de Manuel Chamoso Lamas que era comisario de Patrimonio, del 19 y 20 de febrero de 1948, que justificaban su valor artístico y amparaban la autoría del Maestro Mateo. La compra ante notario la firmó el 4 de junio de aquel año el entonces alcalde, Joaquín Sarmiento, a Santiago Puga, conde de Gimonde «que non coñecemos como as tiña conseguido. Hai unhas condicións claras de que debían permanecer no patrimonio municipal; ou compensar economicamente á súa familia. Foi unha boa operación para o fondo histórico e o patrimonio de Compostela».

Enrique Otero, alcalde posterior, como muestra de agradecimiento a los Franco, y por «un antollo» de Carmen Polo, como hacen pensar testimonios de aquel tiempo, decidió dárselas. En 1961 en una exposición en la ciudad, cuando el alcalde era Porto Anido, regresaron esas estatuas y constaban ya como propiedad de la familia Franco. Una visita de la comisión organizadora del año santo a los Franco, al pazo de Meirás, el 29 de septiembre de 1952, en la que se pidieron mejoras para Santiago- materializadas en los años siguientes; como ocurrió después en torno al posterior año santo se 1965, cuando Franco fue nombrado doctor honoris causa por la USC, explica-, podría tener relación con esa cesión, aunque «non hai nada na documentación municipal que acredite que a propiedade pasase para os Franco», insiste Ricardo Gurriarán.

El historiador considera que el Concello actúa bien al tratar ahora de recuperarlas: «Penso que o museo da Catedral é idóneo para esas estatuas de Abraham e Isaac, como propón o alcalde Martiño Noriega. E como agora están expostas moi próximas -en el palacio de Gelmírez-, o traslado sería fácil», sostiene.

Estudioso. Ricardo Gurriarán tiene investigaciones sobre historia, cultura, educación, y empresa en Galicia, así como sobre la USC.

Arte. Las estatuas de Abraham e Isaac se atribuyen al Maestro Mateo y el Concello busca recuperarlas para el patrimonio municipal.