El informe jurídico de las estatuas denuncia «auténtica usurpación»

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

El Concello demanda a los Franco y cederá las esculturas al museo catedralicio

29 oct 2017 . Actualizado a las 00:00 h.

El Ayuntamiento demandará por la vía civil a la familia Franco para que devuelva las estatuas que ostenta «ilexitimamente» desde hace más de medio siglo sin ningún documento que lo acredite. Será una «acción reivindicatoria» contemplada en la jurisdicción civil e irá dirigida contra Carmen Franco Polo, la hija del dictador, «lexitimada pasivamente por ser a persoa que detenta os bens sen título lexítimo para iso». La demanda será puesta en un juzgado de instancia de Madrid, al que le corresponde este caso.

El gobierno local adoptó ayer la decisión tras recibir el informe jurídico que aconseja acudir al juzgado. Ese informe fue elaborado por el director de la Asesoría Xurídica, Xaquín Monteagudo, y hace hincapié en la normativa existente que subraya la ilegitimidad de la posesión de las esculturas. La voluntad y el compromiso municipales es que las esculturas sean objeto de exhibición permanente en el Museo de la Catedral de Santiago.

La asesoría jurídica tuvo que bucear en los antecedentes de la actual situación y, aunque aclara que «é imposible obter unha proba testifical directa dos feitos» sesenta años después, pudo hacer una recomposición de lo presumiblemente ocurrido y del momento en el que los Franco se apropiaron de las esculturas.

Las informaciones orales más fiables conducen a la fecha del 25 de julio de 1954, y no después, como posible punto de partida. Francisco Franco (que vino a realizar la ofrenda al Apóstol) y su mujer Carmen fueron recibidos en el Concello. Fue Carmen, y no su marido, la que centró su atención en las dos esculturas situadas en las escaleras de acceso, mostrándole al alcalde Enrique Otero Aenlle «un interese moi insistente por elas». Y algo más que el interés: el deseo de llevárselas. El regidor se las envió al pazo de Meirás en calidad de cesión temporal o regalo. No hay modo de saberlo porque no consta en ningún sitio. A partir de ahí nadie tuvo el valor de reclamárselas: «Era impensable» dada la «subordinación política e xurídica a aquela autoridade». Es decir, el Concello carecía de «autonomía e liberdade».

Expertos

Las esculturas están plenamente identificadas, para lo cual se ha acudido fundamentalmente a informes históricos de Francisco Asorey y Manuel Chamoso Lamas. Este declaró que se trata de «obras de resonancia universal en la Historia del Arte». Es decir, son parte del patrimonio histórico-artístico nacional.

Y claramente de dominio público, requisito exigido para la demanda reivindicativa de Raxoi y que el informe jurídico demuestra con el contrato de adquisición municipal de las esculturas. Y los bienes de dominio público son «inalienables, imprescriptibles e inembargables». Y están «fuera de comercio».

En ese sentido, no vale el argumento de los Franco de que el Concello se las regaló. Eso es «irrelevante» ante el hecho de la posesión de un dominio público que no se puede ceder, ni vender ni donar a particulares o a empresas. Es «unha auténtica usurpación ou detentación, unha situación que carece en absoluto de efectos adquisitivos».

Tras la luz verde del equipo de gobierno a la demanda civil, esta será presentada a principios de la próxima semana ante el juzgado madrileño.

trabajo documental

Recuperación

El texto del informe que da pie a la denuncia expone los pasos de las esculturas en manos del Concello y de Franco y las consideraciones jurídicas que concluyen en la ilegalidad de la posesión de las piezas y en la demanda para rescatarlas.

Sin respuesta de la familia del dictador a una apropiación indebida que no prescribe

El Ayuntamiento, una vez que descubrió que las esculturas de Abraham e Isaac desaparecieron ilegalmente de Santiago, inició a través de su asesoría jurídica una carrera para preparar la demanda de las piezas en caso de que los Franco no las devolvieran. El Concello les concedió para ello, o para que alegasen, un plazo de quince días. Pero no hubo respuesta de ningún tipo ni ningún cruce de palabras, según recalcó ayer Martiño Noriega.

Aparte de recuperar un patrimonio propio, el alcalde destacó la «importancia turística evidente» de las esculturas, que los historiadores del arte califican de joyas históricas. Raxoi también resalta el hecho de que para estos casos no cabe prescripción.

Tanto el Gobierno autonómico como el Congreso de los Diputados avalaron, en base a la documentación existente, la recuperación de las piezas para el patrimonio público. En las instancias judiciales hay plena confianza en que Abraham e Isaac volverán a Compostela.