El centro, que aún tenía algunas obras pendientes, iniciaba la actividad con la presentación del alumnado. En el arranque ya contaba con doscientos estudiantes
14 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Santiago estrenaba hace trece años el conservatorio profesional de música. Lo hacía con la presentación del alumnado, la primera actividad de un centro que aún tenía pendiente de concluir las instalaciones. Faltaban por finalizar las aulas de conjunto coral y percusión, así como el auditorio. También carecía inicialmente de aparcamiento, un asunto que preocupaba especialmente a la plantilla, que estaba integrada por veintidós profesores.
Con capacidad para cuatrocientos estudiantes, en ese primer día de actividad del conservatorio, ya estaban matriculados la mitad y se esperaba que una semana después se cubriesen las 57 plazas que se ofrecían para la lista de espera.
El profesorado estaba satisfecho con la dotación de instrumentos, que era superior al habitual para un centro en el día inauguración.