«Mezclamos lo que hace un peregrino, caminar, con dar a conocer el swing»

Montse García Iglesias
Montse garcía SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

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Los participantes en el proyecto Swingtiago partieron de Pamplona y llegarán el viernes a Compostela

09 sep 2017 . Actualizado a las 10:05 h.

«Bailo swing desde hace año y medio y, al ir a otras ciudades, se me ocurrió hacer el Camino e ir bailando por los sitios por donde pasara. Pensé que iba a ser un poco de locura, que cuando lo dijera no me iban a hacer caso, pero fue al contrario; cuando lo comenté, hizo mucha gracia la idea y me preguntaban donde había que apuntarse». Arrancaba la primavera cuando la oscense Ana Pilar, cuyo trabajo diario discurre en una oficina, se hizo un planteamiento que ahora es ya una realidad en marcha. Camino de Swingtiago, como bautizaron esta singular forma de abordar la ruta jacobea, partió este miércoles de Pamplona y está previsto que lleguen a Santiago el día 15, donde ofrecerán distintas actuaciones y organizarán una fiesta.

A la iniciativa planteada por Ana Pilar se le unieron un centenar de personas. Su procedencia es de lo más dispar: desde Francia a Valencia, pasando por Cataluña, Navarra, La Rioja, Cantabria o Extremadura. El número de asistentes variará según las etapas del Camino, puesto que algunos solo se sumarán a una o dos ciudades. En principio, no llegarán a la quincena los que realicen la ruta completa, explica Ana Pilar. Eso sí, en cada ciudad aguardan contar entre veinte o treinta participantes, que desarrollarán diferentes actividades, como conciertos, clases abiertas de baile o demostraciones. Además, también asistirán a rutas guiadas para conocer el patrimonio cultural local. «Queremos hermanarnos: nosotros acercarnos a lo local y que la gente conozca también lo que hacemos, el swing», explica la impulsora de Camino de Swingtiago.

La peregrinación será siguiendo el Camino Francés, pero su desarrollo difiere del tradicional. Durante las primeras jornadas, los desplazamientos entre ciudad y ciudad -las paradas son en Estella, Logroño, Burgos y León- serán en coche, aunque alguno también empleará la bicicleta. Después, desde Sarria, ya será a pie, para cumplir con los kilómetros exigidos para obtener la compostela, con etapas que oscilarán entre los 20 y los 36 kilómetros. «Mezclaremos lo que hace un peregrino normal, que es caminar, con el baile y dar a conocer el swing, que es un baile muy bonito, muy alegre y que en sitios todavía no se conoce», subraya Ana Pilar. Así, desde Sarria, dejarán los zapatos de baile para calzarse las zapatillas y, aunque en estas últimas etapas puede caer también algún momento de danza, la intención es centrarse principalmente en andar.

Con las escuelas de baile

En Galicia, las actividades relacionadas con el swing se desarrollarán en Sarria y en Santiago. En el municipio lucense, el día 10, ofrecerán un taller, actuarán y habrá concierto. En Santiago, avanza Ana Pilar, serán dos jornadas, en las que también tendrán la colaboración de miembros de la escuela de baile local y de las de Vigo, A Coruña y Lugo, «que nos han ayudado mucho a preparar los actos», y que irán a recibir a los participantes en esta peregrinación singular. En Compostela, como colofón, habrá una fiesta, talleres, coreografías en la praza da Quintana y también un clandestino, un baile en la calle. Además, estos peregrinos a ritmo de swing realizarán una ruta turística por la ciudad.

¿Y qué es lo que engancha del swing? «Es un baile que todo el mundo practica con una sonrisa en la boca... Esa simpatía engancha», destaca Ana Pilar, que incide en que detrás de la organización de esta peregrinación están más personas que la acompañan para materializar esa idea en la que lleva trabajando sin parar desde el pasado abril.

Ana Pilar. Se inició hace año y medio en el «swing», un baile que asegura engancha a la gente por su simpatía.

La iniciativa. Realizan el Camino desde Pamplona, con tramos en coche y la recta final a pie, bailando y ofreciendo actividades, como talleres y conciertos. En Galicia, habrá demostraciones en Santiago y en Sarria.