Urología supera en 30 años las 21.000 litotricias en el Hospital de Conxo

joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

Minimizó las intervenciones quirúrgicas, que ahora repuntan con nuevas técnicas

16 ago 2017 . Actualizado a las 13:11 h.

La unidad de litotricia del Hospital Médico-Quirúrgico de Conxo ha superado las 21.000 pruebas en 30 años. Se estrenó el 26 de noviembre de 1987, poco más de tres años después del primer equipo utilizado en Europa, en Alemania. La instalación causó enorme impacto por la novedad que suponía en la sanidad gallega: «fue de los primeros equipos de España, y pionero en un centro público, pues el hospital dependía de la Diputación Provincial. Aquel equipo se cambió en el 2008, cuando ya no existían recambios. Fue el que más duró en España y quizá en Europa. Su inconveniente era el mantenimiento, carísimo», señala Manuel Villar, jefe de Urología en Conxo cuando empezó a funcionar.

«La litotricia fue unos de los hitos más importantes en la historia de la urología. Antes, casi la mitad de la cirugía urológica era por litiasis, y con la litotricia bajó a menos del 10 %. Los últimos años repuntan las operaciones, con nuevas técnicas quirúrgicas menos invasivas y más resolutivas para parte de las indicaciones, aunque la mayoría de las litiasis se siguen tratando con litotricia extracorpórea. Esta máquina genera unas ondas que fragmentan las piedras en el riñón, en el uréter, e incluso, aunque con menos indicaciones, en la vejiga, que después el paciente expulsa. Es una técnica totalmente incruenta, se realiza habitualmente de forma ambulatoria, y salvo en situaciones excepcionales no necesita ni anestesia», explica Camilo García Freire, actual jefe del servicio en el CHUS.

Villar resalta que «sustituyó una cirugía muy cruenta, la litotricia supuso una enorme ventaja. Además, desde que en 1988 se concertó con la Seguridad Social, favoreció que los pacientes gallegos, que iban a tratarse a Madrid, viniesen a Santiago. Por eso, los primeros años la máquina trabajaba mañana y tarde todos los días; nos turnábamos el doctor Martínez Couceiro y yo; se hacían entre cuatro y cinco tratamientos en cada turno».

Se alcanzaron «entre mil y 1.100 litotricias al año, pero ahora, como hacemos más técnicas y existe además otra unidad de litotricia en A Coruña, estamos en torno a 600 anuales. Hasta que empezó la de A Coruña fuimos centro de referencia público en Galicia. Ahora vienen pacientes de las áreas de Santiago, Ourense, Pontevedra, y en ocasiones de otras», sostiene García Freire.

Los cálculos son diferentes en su composición y, con la anatomía del paciente, condicionan la duración del tratamiento. El primer caso duró más de tres horas «porque en la máquina antigua se tardaba en colocar al paciente. La actual es más simple, cada prueba dura en torno a una hora o hora y media, y normalmente se hacen 4 o 5 cada mañana. Además, ahora, en la misma sala se hacen endoscopias, se colocan catéteres y se efectúan otras técnicas urológicas. No es frecuente aplicarla a menores, aunque se tratan unos 10 al año, con anestesia general», agrega García Freire.

Alfonso Tourís y Enrique Morón, dos veteranos enfermeros de esta unidad, destacan que la litotricia fue importante para empezar a rentabilizar ese hospital de Conxo. Tuvo problemas y retrasos para comenzar a funcionar e implantó moderna tecnología para atraer pacientes, dicen.

La litotricia costó en 1987 más de 230 millones de pesetas (casi 1,4 millones de euros, según el cambio actual) y cada prueba valía 300.000 pesetas (unos 1.800 euros de ahora). Su instalación en Santiago provocó discrepancias y enfrentamientos políticos: en aquel tiempo no existía el Sergas, la sanidad pública gallega dependía del Insalud, que proponía instalar un equipo en A Coruña. Por eso había representantes políticos que rechazaban que la Diputación la comprase para Santiago, por considerar que no se justificaba. Pero la máquina de A Coruña tardó en estrenarse aún varios años.