La rehabilitación recupera fuelle en la propuesta del Consorcio hasta el 2027

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

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Los programas de apoyo para viviendas tendrían 15 millones y el de monumentos, 30

07 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Sostenibilidad. Ese es el término clave en la propuesta estratégica Camino de Compostela 2027 que el Consorcio presentó recientemente a su consejo de administración para comenzar a preparar los jacobeos del 2021 y el 2027. Hasta ese año llegan las iniciativas que la entidad ha planteado a las tres administraciones que lo financian -central, autonómica y local- para consensuar el programa que han de llevar al Real Patronato. El organismo ha formulado una propuesta a diez años (desde el 2018) con un gasto global de 224 millones para celebrar ambas citas jubilares y abordar nuevos planes de rehabilitación, mantenimiento, reforma de espacios públicos y dotación de infraestructuras.

Y la sostenibilidad es el hilo conductor en cualquiera de esos campos. Empezando por la rehabilitación. Después de la revalorización del patrimonio construido y la mejora de la habitabilidad con las políticas desarrolladas hasta ahora, el reto en adelante es motivar esa rehabilitación desde la perspectiva de la sostenibilidad, de la relación del patrimonio con el territorio. De ahí que las nuevas propuestas en materia de rehabilitación y conservación se enfoquen a la eficiencia energética, la accesibilidad, la movilidad, el medio ambiente y la gestión de residuos pensando en la reducción del uso de materia prima no renovable.

Ese es el enfoque prioritario para el Consorcio, que cifra en 50,5 millones los programas de rehabilitación y conservación a desarrollar en ese decenio. Más de la mitad (30) serían para monumentos y otros elementos patrimoniales, mientras que las intervenciones residenciales se llevarían 15. De prosperar su propuesta, no solo se daría prioridad en adelante a las obras de rehabilitación que persigan esa eficiencia, junto a las habituales de mantenimiento o restauración de elementos catalogados (carpinterías y rejas), sino que la implicación pública en la rehabilitación residencial del casco histórico recuperaría fuelle. Habría una inyección económica media de 1,5 millones anuales para ayudas, muy por encima de las cifras disponibles en los últimos años (unos 150.000 euros por ejercicio). Para el tejido comercial, cuya rehabilitación se plantea desde la misma perspectiva, habría otros 3 millones en el decenio. En este caso, y ante el terreno que el sector turístico está ganando al comercio de barrio, se centraría en programas de apoyo a sectores de interés para el ámbito: alimentación especializada, artesanía, librerías, galerías de arte, ...

La restauración de bienes muebles de iglesias y conventos de todo el municipio completan el capítulo de iniciativas rehabilitadoras, en este caso con actuaciones por 2,5 millones en total (250.000 euros de media anual) y con prioridad en el casco viejo y los vinculados con los caminos de Santiago. El programa desarrollado hasta ahora en ese ámbito ha restaurado piezas importantes, pero también ha sacado a la luz patrimonio oculto bajos los elementos sobre los que se ha actuado. Y se cuenta con que siga apareciendo más.

La entidad se fija en 7 interesantes para usos públicos

El borrador que ha presentdo el Consorcio a las administraciones que lo integran llama la atención también sobre ese patrimonio construido, ya sea de propiedad pública o privada, que está sin uso y que podría albergar iniciativas públicas mediante convenios de colaboración o expropiaciones, según el caso. Se trata de siete inmuebles, algunos de gran porte, localizados en la Algalia de Arriba y en Casas Reais, aunque también se menciona el pazo de Ramirás, antiguo Colegio de los Irlandeses, en la Rúa Nova.

Más de 40 edificios tendrán plan director o plan integral de restauración

El Consorcio entiende que la atención que requiere el casco histórico pasa también por disponer de toda la información de los edificios catalogados de nivel I. Y en esa línea defiende la redacción de planes directores de restauración para 24 de ellos y proyectos integrales de restauración para otros 17. Entre los primeros están los conventos, cuyo futuro considera que hay que plantearse, teniendo en cuenta, argumenta en ese borrador, que están o estarán sometidos también a la presión de los cambios de uso que se extienden por el tejido residencial, toda vez que su actividad -otrora fundamental en el desarrollo urbano de Compostela- es ahora mínima, aunque su presencia en la imagen de la ciudad sea destacada.

Un trabajo con tiempo

El conocimiento adquirido por el organismo interadministrativo en los últimos veinte años sobre el patrimonio de primer nivel facilitará la redacción de esos planes directores y proyectos integrales de restauración con medios mayoritariamente propios desde el Consorcio. Pero también las iniciativas de impulso para que otros organismos, y los propietarios, asuman la redacción de los documentos pertinentes y comprometan recursos A eso aspira, al menos. Contando con la Xunta, el Concello y la colaboración de los titulares de esos inmuebles -mayoritariamente, la USC, el Arzobispado y las distintas órdenes religiosas presentes en la ciudad-, el Consorcio calcula que se podría disponer de toda la documentación en el horizonte del 2027. Ese trabajo requeriría un gasto total de 6,3 millones.