En mayo, exámenes de día y fiestas de noche

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

A lo largo de las próximas semanas, los universitarios deberán hacer números para compaginar las horas de estudio y el atracón de pruebas con multitudinarias celebraciones de graduación y de fin de curso

05 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En torno a 25.000 estudiantes de la USC se enfrentan estos días a los últimos y determinantes exámenes del curso, y esos mismos estudiantes se preparan para despedirse de Santiago como Santiago se merece, para decir adiós a los que disfrutaron de un Erasmus en la capital compostelana, para un hasta luego a los compañeros de promoción y para quemar los apuntes y celebrar por todo lo alto su graduación los que cursan el último año de sus carreras. O sea, que las corbatas sirven de marcapáginas en los libros de texto y las aspirinas curan las escasas horas de sueño, ya sea porque se han invertido estudiando o porque se han disfrutando saliendo. Exámenes de día y fiestas de noche, esa será la tónica en Santiago en las próximas semanas.

Y tanto para lo uno como para lo otro, la logística está preparada. Las bibliotecas universitarias han ampliado horario y en la Concepción Arenal -la Conchita, que es como la llaman los estudiantes-, los turnos son de veinticuatro horas, por lo que no será difícil encontrarse a universitarios dormidos encima de los apuntes. Té, café, bebidas energéticas y brebajes revitalizantes son los aliados para mantener la vigilia, aunque llega un momento en el que se difumina la delgada línea roja en la que esos combinados se confunden con otros de más alta graduación.

Preparar la graduación

Los que lo tienen más difícil son los futuros médicos. Se enfrentan al último curso de una de las carreras más difíciles en la USC, pero a lo largo de estas semanas tuvieron que compaginar ese empacho de exámenes con la preparación de los Oscar de Medicina -una tradicional gala en la que los alumnos premian o castigan a sus profesores-, y con la celebración de su graduación, una macrofiesta en el Palacio de Congresos en la que 400 invitados lucieron sus mejores galas con Carmen Vidal como madrina. Días antes hicieron lo propio un centenar de alumnos de Filoloxía, que eligieron para la ocasión el Hotel Congreso; el pasado sábado lo celebraron los de Física y el día 6 le tocará el turno a los de Historia, y así sucesivamente hasta que todos los estudiantes que este año se despiden de Santiago, y que superan los cinco mil, lo hagan con todas las de la ley.

Por eso no son solo las bibliotecas las que en los próximos días estarán abarrotadas. Para la celebración de las fiestas oficiales de graduación y de las oficiosas de fin de curso hacen falta grandes espacios, y así, los responsables de locales como el Hotel Congreso, Los Abetos o Los Robles se frotan las manos. A no ser que se trate de un verdadero ejército de graduados, como ocurre en Medicina, y sea necesario alquilar el Palacio de Congresos y Exposiciones.

Largas madrugadas

La noche no se acaba con la cena, ni mucho menos, y para alargar un día tan especial, pajaritas y tacones, chaqués y satenes se trasladan a garitos que se despiertan de madrugada. Como va por modas, este año el que se lleva la palma es la Sala Moon.