Pena de cárcel por hacer un «simpa»

La Voz

SANTIAGO CIUDAD

XOÁN A. SOLER

El fiscal pide en Pontevedra nueve meses de prisión por no pagar la cuenta de una primera comunión y en Teo investigan otro desfalco de 8.000 euros en un bautizo

04 mar 2017 . Actualizado a las 09:14 h.

Encargar un banquete e irse sin pagar como ha ocurrido esta semana en dos restaurantes de León -uno en Bembibre y otro en Ponferrada- no es nuevo. En Galicia también ha habido casos. Uno fue el pasado mes de mayo en el concello coruñés de Teo, cuando un grupo de 200 rumanos dejaron a deber una cuenta de 8.000 euros de un bautizo. El otro fue en una primera comunión en Pontevedra y, aunque el desfalco fue más modesto, el fiscal pide para el acusado una condena de nueve meses de cárcel. Además, el ministerio público suma el pago de una indemnización al propietario del negocio equivalente al dinero presuntamente estafado, cantidad a la que añaden los intereses legales generados a lo largo de los últimos meses. En principio, la vista oral tendrá que celebrarse antes del verano.

En el caso registrado en Teo, la víctima fue el dueño del conocido restaurante San Martiño, Miguel González. Ocurrió el 18 de mayo y prefirieron callar hasta el momento por miedo a represalias. Sin embargo, al ver lo sucedido en León, han decidido hacer público su caso. «Temos que estar todos xuntos e que isto non lle pase a ningún outro», asegura su mujer, María.

Aquel banquete se presupuestó en 11.000 euros y solo entregaron 3.000 de entrada. Nada les hizo sospechar, porque el padrino del niño que se bautizaba había celebrado allí otro evento y no hubo problemas. Aquel día comieron y bebieron todo lo que quisieron. La estampida se produjo por la tarde, cuando la fiesta llegaba a su fin y muchos de los 200 invitados habían ido ya abandonando el local. «Dixeron que saían para botar uns fogos artificiais e os que saíron coma foguetes foron eles», afirma el propietario del San Martiño. «Arrancaron tan rápido que hasta as mulleres levaban os traxes atrapados nas portas», añade su esposa.

Días después, Miguel fue a reclamarle la jugarreta al hombre y aún se llevó algún golpe. El caso está ahora mismo en fase de instrucción en los juzgados de Santiago.

El día de la Asunción del 2016 tenía que haber sido un día de fiesta en el Hotel Restaurante Virgen del Camino de Pontevedra. Pero lo cierto es que la del 15 de agosto del año pasado es una fecha que el titular de este negocio de la ciudad del Lérez tiene marcada en negro en el calendario después de que no le hayan abonado los 704 euros de una primera comunión a la que, según trascendió ayer, asistió «un importante número de personas».

Todo se fraguó días antes de esta fecha. Fue entonces cuando el pontevedrés R. G. E. mantuvo un encuentro con el director de este negocio acordando la celebración de una comida por la primera comunión de su hija. Como suele ser habitual en este tipo de comidas, el pago de la misma se tendría que realizar al término de la misma. Era algo de lo que estaba convencido el denunciante.

Los días fueron pasando hasta que llegó la fecha en cuestión. Las fuentes consultadas destacaron que la celebración se desarrolló con total normalidad sin que nada hiciera presagiar lo que iba a ocurrir con posterioridad. Hubo risas, fiesta y brindis... Hasta que llegó la hora de poner el dinero encima de la mesa.

Más de 4.000 euros en alcohol y un menú a base de entrantes, merluza y churrasco

El menú que contrató la familia rumana que quería bautizar a su hijo en el restaurante San Martiño de Teo estaba compuesto por unos entrantes, merluza a la romana con patatas, churrasco de cerdo con chorizos criollos y tarta. Todo regado con mucho alcohol. Nada menos que 4.000 euros en bebidas que dejaron de abonar. La mujer del dueño del local aún recuerda con rabia como hasta les entregó todas las botellas que no se habían abierto y toda la comida que sobró para que las aprovecharan. «Eles foron metendo todo nos coches e así cando chegou o momento de saír correndo xa tiñan moito adiantado. Está claro que tiñan todo ben previsto e preparado», explica María. Ella hasta sospecha que los músicos de la orquesta que contrataron también están involucrados en el engaño. «Eles din que non e que tamén lles deixaron a actuación sen pagar, mais sempre levan os mesmos as súas festas, así que seguro que sabían o que ía pasar», añade. Ante el juez, el rumano con el que contrataron el banquete ha negado los hechos y se niega a pagar. «Aínda o vexo por aí e cando o miro baixa a mirada», asegura.

El acusado de dejar a deber 704 euros en un asador dijo que volvería más tarde a pagar

El fiscal que lleva el caso de Pontevedra explica que, después de celebrarse la comida, el acusado manifestó al responsable del establecimiento que pasaría unas horas después a pagar los 704 euros del ágape. No lo hizo así. De hecho, todo parece indicar que, ni siquiera, volvió a acercarse por el asador ubicado en la céntrica calle que le da nombre. En las semanas posteriores, según añadieron estas fuentes, la víctima comenzó entonces a reclamarle el abono de esta cantidad. Fue todo inútil.

Cansado, el empresario buscó el amparo de la Justicia denunciando lo ocurrido. Ahora, la Fiscalía de Pontevedra acusa a R. G. E., del que afirman que tiene antecedentes penales no computables a efectos de reincidencia, como autor de un supuesto delito de estafa. Entienden en el ministerio público que el pontevedrés lo orquestó todo «con el propósito de beneficiarse económicamente».