El edificio de San Lázaro está pendiente de una rehabilitación para acoger servicios de la Xunta que están en locales de alquiler
02 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El pabellón con el que Galicia acudió a la Exposición Universal de Sevilla en 1992 se ha sumado a las infraestructuras públicas inutilizadas. Es una cuestión temporal, aseguran en la Xunta, titular del inmueble ubicado en San Lázaro, pero lo cierto es que ya ha cumplido un año sin contenido, y el tiempo se puede dilatar porque la idea de la Administración autonómica es hacer una serie de obras de rehabilitación -que no han comenzado- para adaptar el espacio a un nuevo servicio que incluso está sin designar. Se tratará, eso sí, de alguno de los departamentos que la Xunta tiene repartidos por la ciudad y que en la actualidad ocupan un local de alquiler.
El pabellón, que después de estar en la isla de La Cartuja fue la sede del Xacobeo, también acogió los servicios de Turismo de Galicia, que desde hace un año se reubicó en el complejo de A Barcia para unificar toda su estructura bajo el paraguas de la Axencia Galega de Turismo. El peculiar inmueble, diseñado por el arquitecto José Antonio Franco Taboada, dispone de tres plantas y un semisótano que suman 2.200 metros construidos, tiene una altura de 21 metros y está rodeado de una parcela con aparcamientos que está ubicada en una zona con buenos accesos junto al periférico, entre el estadio de fútbol y los hoteles de San Lázaro.
El retraso en la ocupación del edificio tiene un coste notable para la Xunta, que está tratando de reducir las facturas de alquiler en toda Galicia y especialmente en Santiago, donde están la mayoría de sus servicios. La Administración autonómica quiere ahorrarse 5,6 millones a finales del 2017, y aún así seguirá pagando a arrendadores una cantidad que supera el millón y medio de euros, según consta en el programa Alugueiros Cero que ha puesto en marcha la Consellería de Facenda, responsable del patrimonio de la Xunta.
Al igual que Galicia, Asturias y Aragón también recuperaron sus edificios construidos para la Expo de Sevilla. En el caso de la autonomía vecina, el pabellón se trasladó a Gijón y pasó a denominarse Museo del Pueblo de Asturias, y está muy cerca del estadio del Sporting y del recinto ferial. El de Zaragoza es la sede de la Confederación de Empresarios de Aragón. Estuvo a punto de ser derribado, como la gran mayoría de los inmuebles internacionales.