La USC y el Concello trabajan ya en la elaboración de un nuevo convenio que en el 2017 debería materializarse
22 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.De largo viene la colaboración entre la Universidade de Santiago y Raxoi. El rector, Juan Viaño, se centró ayer en el convenio firmado en 1993 entre la USC y el Consorcio para la edición de libros, y que ayer dio su último fruto. Fue durante la presentación del último volumen que han publicado al alimón cuando Viaño le lanzó la petición a Martiño Noriega, sentado a su derecha: «Quero emprazalo a presentarmos outras obras que poidan xurdir no futuro e impulsar tamén outras colaboracións que importan á xente de Santiago, como pode ser o estado do Campus Vida». Así terminó la intervención del rector, encargado de cerrar el acto.
La Universidade matizó posteriormente que no se trataba de un reproche de Viaño a Noriega, pero que sí era cierto que entre San Xerome y Raxoi se están produciendo contactos para intentar sacar adelante de una vez por todas aquel convenio firmado hace once años por ambas instituciones que nunca llegó a ponerse en práctica y que ha pasado por las manos de varios regidores.
El convenio sirvió para finiquitar el conflicto que la USC y el Ayuntamiento mantenían por el pago la contribución de la primera al segundo, que acabó en los tribunales con una derrota de la Universidade. El acuerdo entre ambas instituciones pasaba por que la USC iría saldando poco a poco la deuda del impuesto de bienes inmuebles con el Concello, que se correspondía con las anualidades de 1997 hasta el 2004. Después, Raxoi concedería a la USC la exención del tributo, al entender que con la nueva ley de universidades era factible que no pagase IBI.
Raxoi se comprometía en este convenio a realizar una inversión anual para el mantenimiento de las vías públicas del campus compostelano y de parte de las zonas verdes. A cambio, introdujo el sistema de ORA, que permanece vigente en el campus. Pero la inversión comprometida, según explicaban ayer desde la USC, nunca llegó a materializarse.
El convenio se firmó con Bugallo al frente. Después, llegaría Gerardo Conde Roa y el mandato municipal más movido de cuantos ha vivido Santiago, cuando sustituyeron a Conde Roa primero Ángel Currás y con posterioridad Agustín Hernández, que en el 2015 cedió el bastón de mando al actual regidor, Martiño Noriega. Pasaban los alcaldes por el Pazo de Raxoi y el convenio seguía sin cumplirse. Hasta que en el año 2015 caducó.
Ahora, ambas instituciones, que están de acuerdo en que hay que desbloquear la situación, se han puesto como fecha este 2017 que está a punto de empezar para, posiblemente, reescribir un acuerdo de colaboración muy necesario, a tenor del estado de las calles del campus. De todas formas, la Universidade ha ido poniendo en marcha actuaciones de mejora en las zonas de su competencia, como las facultades y las canchas.