Las obras de la Catedral podrán estar acabadas a finales del año 2019

Hasta ahora de todos conocido era que las personas e incluso los animales pueden estar sometidos a estrés, pero la masiva afluencia de peregrinos, visitantes y fieles a la Catedral de Santiago, están generando un nivel de presión semejante en la seo compostelana. De ahí la necesidad de articular medidas que permitan atender a todos los usuarios que recibe diariamente este templo, pero hacerlo de forma más ordenada. El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, en un desayuno organizado en el Hostal por el Fórum Europa. Tribuna Galicia, admitió esta realidad que ya está estudiando el cabildo compostelano.

«Estamos llevando a cabo una reflexión de cómo podemos hacer para que, siendo primordial que los peregrinos sean atendidos, puedan ser acogidos en nuestra Catedral todos, pero no a la misma hora y no en los mismos actos», apuntó el arzobispo, quien se mostró partidario de evitar «ese estrés que sufre la Catedral».

No obstante, para reducir presión, Julián Barro reiteró, como ya hizo en anteriores ocasiones, que no tiene ninguna intención de cobrar por el acceso a este templo de peregrinación, pese a comprender que otras iglesias lo hagan para poder contemplar su patrimonio artístico. «Entendemos que no sería lo más adecuado -apuntó-, por lo que tendremos que buscar otras formas. Desde aquí hago un llamamiento a todos los que de una u otra forma nos puedan ayudar a mantener el esplendor de la Catedral», incidió. Mantener un templo como el compostelano tiene un coste considerable, «algo que estamos viendo en la restauración de nuestra Catedral», apuntó.

Haciendo referencia a estas obras, precisamente, el arzobispo indicó que podrán estar terminadas a finales del 2019, antes del Año Santo 2021.

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