No hay milagros en gestión comercial sino acierto para interpretar las expectativas de los consumidores y poner los medios para satisfacerlas. Levantar Área Central parecía poco menos que un milagro hace apenas seis meses aun teniendo en cuenta que el complejo de Fontiñas ha resistido bien el paso del tiempo 23 años después de su apertura y que, como centro comercial de proximidad, el populoso barrio le garantiza una actividad nada despreciable. Pero hacía falta reinventarse, encontrar un nuevo punto de arranque para sacudirse la depresión provocada por la crisis y por el vecino centro de As Cancelas, que mermaron su oferta comercial y se llevaron sus principales motores a excepción del hipermercado. Cuando la nueva etapa no ha hecho más que estrenarse, Javier Suárez-Vence, que ha vuelto como presidente de la comunidad de propietarios, y José Rafael Martínez en la gerencia, han demostrado que su apuesta por las firmas outlet está muy bien enfocada. Los cierres de locales han dado paso a nuevas apuestas, con establecimientos de prestigio que tendrán un efecto de arrastre y, sobre todo, con el cambio en la percepción de un Área Central comercialmente deprimida por otra en crecimiento y con futuro. Hay papeletas complejas por resolver, en especial el abaratamiento o la gratuidad del párking para la clientela, pero sus gestores también lo afrontan con confianza en este nuevo recorrido en el que no parece que haya imposibles. Tampoco el objetivo de potenciar el perfil de ocio, incluso recuperando unos cines alternativos. Sería la cuadratura del círculo del Área imprescindible para la capital.